Con base a las series históricas de información de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), la cartera total de Banregio solamente tuvo un retroceso marginal en términos de crecimiento durante el período comprendido entre los cierres de 2017 a 2021. Lo anterior, contrasta favorablemente respecto al apetito de riesgos que asumieron los mayores bancos, antiguamente conocidos como G7 y que registraron 12 meses consecutivos en terreno negativo a partir de noviembre 2020, aunque ya con una clara tendencia al alza.
Véase: https://public.flourish.studio/visualisation/9486582/
A través del período de referencia, la cartera total de Banregio registró un crecimiento nominal promedio de 8.57%, versus 4.46% de la muestra comparativa. Para 2022 y con cálculos propios se estima que, bajo un escenario optimista, el banco con sede en la Sultana del Norte podría cerrar el año con un incremento de 14.19%, nivel similar o en línea al observado previo al inicio de la pandemia.
Véase: https://public.flourish.studio/visualisation/9488626/
Respecto al índice de Morosidad (IMOR) que se calcula como la proporción de cartera vencida entre cartera total, es evidente que Banregio lo tiene bien controlado independientemente de la pandemia y más recientemente a pesar del entorno económico adverso y los recortes a las proyecciones de crecimiento económico global y nacional.
De manera similar, la tasa de deterioro ajustada que contempla la cartera vencida más aquella quebrantada en los últimos 12 meses, incluyendo bienes adjudicados, también compara favorablemente. El hecho de incluir esta métrica obedece a que algunas entidades mantienen controlado su IMOR mediante quebrantos recurrentes o registrando los incumplimientos de pagos como bienes adjudicados una vez que se hace posesión de la garantía en caso de existir. No obstante, este tipo de acciones por lo regular merma la rentabilidad a través de la generación interna de capital vía utilidades.
Véase: https://public.flourish.studio/visualisation/9489043/
Como medida complementaria, de eficiencia, representada como gastos de administración en relación con el tamaño del activo total, también se puede observar que, para el período de análisis, en la mayoría de las ocasiones Banregio exhibe una mayor fortaleza que sus pares. En este contexto, su posición competitiva, franquicia en mercados claves (principalmente crédito empresarial), modelo y diversificación de negocios, así como su nivel de fijación de precios juegan un papel preponderante.
Véase: https://public.flourish.studio/visualisation/9492132/
Lo anterior tiene una repercusión positiva en su indicador de rentabilidad sobre activos, también conocida por sus siglas en inglés como ROA. Al respecto, se puede decir que generalmente ha sido mejor, al menos marginalmente que la de sus pares.
Véase: https://public.flourish.studio/visualisation/9492034/
Por último, respecto a la mezcla de productos crediticios, Banregio se ha destacado por tener un mayor enfoque hacia el segmento empresarial, incluyendo Pequeñas y Medianas (PyMES). Sin embargo, este será tema para la próxima columna. ¡Ya nos veremos en 15 días!
Véase: https://public.flourish.studio/visualisation/9491638/
A la fecha de la presente columna, Banregio posee una calificación nacional de riesgo contraparte de ‘AA(mex)’, ratificada por la agencia Fitch Ratings el pasado 14 de diciembre de 2021. Por definición, dicho rating manifiesta un nivel de riesgo de incumplimiento muy bajo en relación con otros emisores u obligaciones en el mismo país.
El autor es economista por el Tecnológico de Monterrey (Campus Monterrey) con máster en finanzas y administración, ambos grados por EGADE. Actualmente es Director de Estudios Económicos y Relación con Inversionistas de Grupo Unicco, aunque las opiniones aquí plasmadas son a título personal.
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