Anabel Olivas, responsable de Diversidad e Inclusión de FEMSA, destacó que aunque la empresa ha logrado la empleabilidad de migrantes y refugiados de países como Honduras, Haití, Cuba, El Salvador, Guatemala, Venezuela, Nicaragua, Ecuador, Colombia y Uruguay, gracias a los esfuerzos del Instituto Nacional de Migración, aún hay retos que enfrentar.
“Entre estos retos está el desconocimiento del tema por parte de los distintos actores, la falta de sensibilidad de algunas empresas y la inclusión financiera. Sabemos que tenemos una gran responsabilidad porque, en la medida que otras empresas se puedan sumar, vamos a disminuir la vulnerabilidad de esa población, los índices de pobreza, de discriminación e incluso de delincuencia organizada”, destacó Olivas.
Agregó que “el reto, que para nosotros es el principal, es la inclusión financiera (…) hemos visto avances con algunos bancos que, junto con la ACNUR, se comprometió para facilitar la apertura de cuentas digitales”.
Las instituciones financieras necesitan ajustar sus procesos internos para que se acepten las tarjetas de visitante por razones humanitarias como único requisito, debido a que estos salen de su país huyendo, consideró la experta.
“Los bancos no tienen esa sensibilidad o información y, aunque la ley y todo el marco normativo lo respalde, en la práctica no lo vemos. Eso nos llevaría a acercar a más personas al empleo”, puntualizó.