El pasado 31 de mayo fue publicado por la Secretaría de Energía el Programa para el Desarrollo del Sistema Eléctrico Nacional 2022-2036 (Prodesen). En este documento se presenta la planeación anual del Sistema Eléctrico Nacional (SEN) con un horizonte a 15 años. En dicho documento podemos encontrar el consumo y demanda máximas del SEN durante el 2021 así como la proyección esperada del 2022 al 2036, los programas de ampliación y modernización de la Red Nacional de Transmisión (RNT) y de las Redes Generales de Distribución (RGD), entre otra información. La situación actual del sector eléctrico merece mucha atención por parte de este Gobierno quien ha descuidado en cierta medida algunos de los puntos más importantes para que todo tipo de usuarios obtengan y mantengan su derecho al suministro de energía eléctrica confiable. Durante este sexenio se frenó la inversión en la transmisión y distribución de energía, no se han otorgados permisos de generación eléctrica desde inicio del 2019 por lo que no ha habido inversión privada nueva en generación, se está apostando por centrales de generación con mayores costos de operación y más contaminantes, dejando a un lado la generación renovable. Esto entre otros puntos nos puede llevar a que en un futuro no lejano, debido a que la oferta de energía y la capacidad de transmisión no siga el ritmo del crecimiento de la demanda del SEN, sean más comunes los cortes de energía eléctrica o apagones en diferentes zonas del País.
Como mencionaba, en esta Administración federal se detuvieron proyectos importantes infraestructura de las líneas de transmisión como lo son, el de la línea de transmisión de corriente directa del Istmo de Tehuantepec en Oaxaca al centro del País, para llevar toda la energía eléctrica generada por la gran cantidad de aerogeneradores instalados en dicha zona y el proyecto de otra línea de transmisión de corriente directa con la cual se conectaría eléctricamente Baja California con el resto del país, entre otros proyectos. La falta de inversión en la construcción de nuevas líneas de transmisión y distribución y en el mantenimiento de las líneas existentes, ha ido debilitando la capacidad de transmisión al SEN conforme ha ido incrementando la demanda. A mediados del mes pasado Ricardo Mota Palomino, director del Centro Nacional de Control de Energía (Cenace), informó que el País está en riesgo de presentar apagones generalizados este año debido a la operación de las centrales de generación renovable y al rezago que existe en el crecimiento de las líneas de transmisión. Al aumentar la temperatura por la entrada del verano se incrementará la demanda de energía eléctrica, la cual podría saturar líneas de transmisión y distribución, ocasionando apagones en diferentes zonas.
Esta falta de inversión en las líneas de transmisión y distribución también ha llevado a que parques y plantas industriales, entre otros tipos de centros de carga en diferentes regiones del País, no tengan acceso a la capacidad de energía que requieren para sus operaciones. Cuando realizan sus estudios de conexión o incrementos de demanda se les puede informar que no hay capacidad disponible en las líneas, que sucede en gran cantidad de casos, por lo que tienen realizar una inversión en obras de refuerzo para poder liberar la capacidad solicitada, lo cual es un costo adicional que no se tiene contemplado en los proyectos de las empresas. En ocasiones esta situación ha llevado a las empresas frenar la instalación de una nueva planta o la ampliación de una planta, debido a la alta inversión adicional que tiene que realizar, la cual hace que el proyecto sea inviable económicamente. Algunos parques industriales en diferentes zonas del País han tenido que realizar grandes inversiones en subestaciones y líneas de transmisión para poder ofrecer a sus clientes la capacidad de energía que necesitan para instalarse en sus naves industriales. Esto nos lleva a que debido la falta de inversión en las RNT y RGD por parte del transportista y el distribuidor, en este caso CFE Transmisión y CFE Distribución, son los usuarios finales quienes tiene realizar dicha inversión para luego ceder las obras tanto a CFE Transmisión como CFE Distribución, según corresponda, para que les puedan brindar el servicio y obtener la energía eléctrica que requieren para operar sus centros de carga.
Según el Prodesen, en el 2020 la RNT contaba 110 mil 497 km de líneas de transmisión y para el 31 de diciembre del 2021 creció a 110 mil 549 km, es decir, un incremento del 0.048 por ciento. Del 2018 al 2019 el crecimiento de las líneas de transmisión fue del 0.82 por ciento y del 2019 al 2020 del 0.11 por ciento. La demanda del consumo del 2018 al 2019 aumentó un 2.1 por ciento, del 2019 al 2020 -2.2 por ciento (incremento negativo a raíz de la pandemia ocasionada por el COVID-19), del 2020 al 2021 un 3.5 por ciento, resultando en un consumo de 322,541 GWh. En el Prodesen se muestra el pronóstico del consumo neto del SEN del 2022 al 2036, para el cual se presenta el escenario Bajo con una tasa media de crecimiento anual del 2.3 por ciento, el escenario de Planeación con 2.7 por ciento y el escenario Alto con 3.2 por ciento. Si comparamos el crecimiento del consumo y el de la infraestructura de transmisión, podemos observar que no llevan el mismo ritmo de crecimiento. Además de esto, el crecimiento real que están teniendo las líneas de transmisión está muy abajo de la tasa media de crecimiento del consumo del SEN en el escenario Bajo, la cual es de 2.3 por ciento. Sin duda las líneas de transmisión y distribución son una parte fundamental del Sistema Eléctrico Nacional las cuales no deben ser descuidadas, sin ellas simplemente no sería posible llevar la energía a todos los usuarios. Además de llevar la energía es importante que el suministro de electricidad sea confiable y de buena calidad. Para esto la RNT y las RGD deben tener un crecimiento de acuerdo con las circunstancias de las tecnologías de generación como al incremento de la demanda del SEN.
La falta de fortalecimiento de la RNT y de las RGD ha hecho que empresas detengan sus proyectos de expansión. Para incentivar la inversión privada en nuestro País es importante que existan las condiciones adecuadas para operar además de las ventajas geográficas, políticas, de capital humano, entre otras que México puede ofrecer. Por esto es importante que exista la disponibilidad de energía eléctrica en el País para que en caso de que una empresa decida instalarse en determinada región y generar empleos de calidad, el suministro de electricidad no sea un impedimento que lo orille a detener su inversión o en un peor escenario, llevar la inversión a otro País.