Con cifras disponibles al mes de mayo, los gastos por mayores importaciones de mercancía para reventa, realizados por Pemex, (principalmente gasolinas y diésel) superan ampliamente a los mayores ingresos por exportaciones de crudo, y es casi un hecho que la optimista proyección de que se iban a percibir $535 mil millones de pesos adicionales, por los mayores precios del crudo, como lo he venido comentando en notas anteriores, va a ser solo una más, de las estimaciones optimistas gubernamentales.
En materia de exportaciones de petróleo crudo, el volumen exportado se ha incluso reducido en los primeros cinco meses de este año, comparados con el mismo periodo del año anterior, ya que de exportar 972.8 miles de barriles diarios en promedio durante el periodo de enero a mayo de 2021, para 2022 este promedio se ha reducido a 930.2 miles de barriles diarios, lo que representa una reducción en el volumen exportado de un 4.4 por ciento.
Por su parte, el precio del barril de la mezcla mexicana de exportación, ha aumentado en el mismo periodo en un 60.5 por ciento, pasando de un precio promedio de $59.1 dólares por barril, durante los primeros cinco meses de 2021, a $94.9 dólares para el mismo periodo de 2022.
De esta manera, los ingresos por exportación de crudo han aumentado 53.4 por ciento, pasando de $8,680 millones de dólares de enero a mayo de 2021, a $13,315 millones de dólares para los cinco primeros meses de este año, lo que representa un incremento en los ingresos por exportación de crudo de $4,635 millones de dólares, unos $95 mil millones de pesos más, aunque comparados contra los ingresos presupuestados con el precio del barril a $55.1 dólares, conforme Ley de Ingresos para 2022, los ingresos excedentes por exportación de crudo, serían de unos $102 mil millones de pesos, más que los presupuestados para este año.
Es decir, en los primeros cinco meses del año, se han registrado, en promedio, unos $20 mil millones de pesos más que los contemplados en LIF, lo que elevados al año, (de mantenerse los precios del crudo sobre los $100 dólares por barril) darían unos $240 mil millones de pesos de ingresos excedentes, pero esto sin deducir el mayor costo de las importaciones de mercancía para reventa.
La mala noticia es que el costo de las mercancías para reventa que realiza Pemex, particularmente durante abril y mayo pasados, aumentaron de manera importante, alcanzando $101.3 y $116.4 miles de millones de pesos, en cada uno de estos meses, cuando el año pasado, estas erogaciones fueron de solo $23.3 y de $36.7 miles de millones de pesos respectivamente.
Si sumamos el costo de estas mercancías importadas para reventa durante los primeros cinco meses de 2021 y de 2022, el total erogado pasa de $169.4 miles de millones de pesos durante 2021, a $346.8 miles de millones de pesos para los primeros cinco meses de este año, lo que representa una mayor erogación del orden de los $177.4 miles de millones de pesos, cantidad muy superior a los $95 mil millones de pesos adicionales que se han percibido por concepto de exportación de crudo.
Ahora bien, si nos vamos a los precios de venta al público de las gasolinas y el diésel importado, lo que se encuentra es que los precios promedios que se tuvieron en los cinco primeros meses de 2021, solo se han aumentado en menos de un 5 por ciento para el mismo periodo de este año, lo que pone de manifiesto que Pemex no recupera el mayor costo de los combustibles importados, por lo que los mayores precios del crudo no van a reportar mayores ingresos netos de gastos.
Obviamente, las gasolinas y el diésel producidos por Pemex Transformación Industrial, cuyo costo se registra a precio internacional, tampoco pueden ser vendidos a mayor precio, por lo que las pérdidas de esta subsidiaria, irremediablemente habrán de aumentar.
La cereza del pastel corre a cargo de los mayores derechos que debe pagar Pemex al Fondo Mexicano del Petróleo, ya que el derecho de utilidad compartida, el mayor de los tres derechos que paga Pemex, aumenta de manera proporcional al precio del crudo, y el pago de estas contribuciones también presionará los resultados financieros de Pemex, así como el mayor servicio de la deuda.
En resumen, los mayores ingresos petroleros que estimó el gobierno federal para este año, a nivel presupuestal, van a quedar muy por debajo de lo proyectado, y sin duda no serán suficientes para sufragar el costo de los estímulos fiscales a las gasolinas.