El Fondo Monetario Internacional (FMI) publicó recientemente un artículo que anticipa una desaceleración profunda de la actividad económica global. El inicio de la guerra entre Rusia y Ucrania está provocando un choque adverso en materia de los precios y la actividad económica global. Una inflación elevada está generando condiciones monetarias más estrechas debido al incremento de las tasas de interés en casi todos los bancos centrales. Aunado a esto, la economía china se está desacelerando más de lo anticipado debido al cierre de su economía debido al COVID.
Según los últimos pronósticos del FMI la economía crecerá 3.2 por ciento de 6.1 en 2021. Las revisiones se ajustaron a la baja principalmente para EUA, la zona económica europea y China. Se estima que las condiciones monetarias más rígidas en EUA generarán un crecimiento de 2.3 por ciento este año y de 1 por ciento en 2023. En China, la fuerte desaceleración generará la menor tasa de crecimiento de ese país en varias décadas, una expansió de 3.3 por ciento anual. Para la zona del euro se espera un crecimiento de 2.6 por ciento este año y de 1.2 por ciento en 2023.
Aún y con la reducción de las expectativas de crecimiento económico, los pronósticos de inflación se han revisado al alza. Se anticipa una inflación de 6.6 y 9.5 por ciento en países desarrollados y emergentes, respectivamente. Así, los riesgos indican que la situación económica global podría deteriorarse. Los factores a considerar son la interrupción del flujo de gas de Rusia a Europa continental, una elevada inflación que persista por un periodo de tiempo elevado, condiciones monetarias más rígidas que perjudiquen a la actividad económica, resurgimiento del COVID, incremento de precios de los alimentos y energía, y conflictos geopolíticos que mermen la actividad económica global.
Las perspectivas para México no son tan distintas, si bien el FMI revisó el estimado de crecimiento para el país a 2.4 por ciento anual. Sin embargo, para 2023 el pronóstico de crecimiento es de solamente 1.2 por ciento. En un entorno económico adverso sería importante detonar la inversión productiva que se mantiene en niveles inferiores a los de antes de la pandemia. Además no es una buena idea pelearse con el país vecino quien es el responsable de más de la mitad de crecimiento del país. Primero, por las exportaciones manufactureras, segundo, por el envío de remesas y por último por el turismo.
El autor es director general de Soluciones Financieras GAMMA y profesor de Economía y Finanzas de EGADE Business School. Tiene un doctorado en Finanzas y maestría en Economía Financiera, ambas por la Universidad de Essex en el Reino Unido. Fue el economista en jefe para México de Itau BBA, director general adjunto de Organismos Financieros Internacionales en la SHCP e investigador en el Banco de México.