Ante la sequía y los recortes del suministro del líquido vital en Nuevo León, especialistas en el manejo y el cuidado del agua proponen una solución: la generación de una renovada cultura ciudadana.
Santos Sáenz Delgado, profesor-investigador de la Universidad de Monterrey enfocado en ingeniería ambiental y sostenibilidad, y María de Jesús López Castañeda, investigadora en programas relacionados con el cuidado del agua, expusieron sus ideas en el Seminario Permanente de Ciencia Política El Agua en Nuevo León, realizado el 25 de agosto en las instalaciones de la UDEM ante estudiantes y docentes de la institución.
Para Sáenz Delgado y López Castañeda, una nueva cultura del agua involucra cambios en las mentalidades: gestionar el recurso basados en la cantidad disponible y no en la alta demanda de la población que siempre pedirá más, fomentar el ahorro del líquido con plena conciencia de que todas y todos tienen derecho a su acceso, y favorecer una estructura verde que facilite los escurrimientos derivados de las lluvias.
“Hay que cambiar nuestros hábitos, apostar por la nueva cultura del agua. ¿Qué es la nueva cultura del agua? Es pensar éticamente en el uso del agua”, ahondó la especialista.
“Si yo desperdicio el agua hoy, mi hijo no va a tener agua mañana. Eso es pensar éticamente y holísticamente en el agua: si destruimos nuestros bosques no vamos a tener recarga de mantos freáticos; si seguimos construyendo en laderas, evitando la infiltración y la escorrentía, no vamos a tener agua”.
Sáenz Delgado añadió que no porque la ingeniería sea capaz de traer el recurso de sitios lejanos significa que la sociedad ha encontrado la solución perfecta.
En lugar de lo anterior, es esencial pensar en lo práctico y en los cambios de hábitos a largo plazo: “sé que como Estado vamos a conseguir el agua, de algún lado la vamos a conseguir. Pero lo que me preocupa es que nos va a llevar de nuevo al conformismo”, dijo, “lo que me preocupa es ese desperdicio, esa pérdida de eficiencia que tenemos porque traer agua de otras fuentes implica impactos en otros lugares”.
También apuntó que la solución del problema del suministro en el futuro más inmediato debe ser producto del diálogo y la negociación, donde cada parte involucrada, desde la industria hasta la población y el sector agrícola, gane algo.
El evento fue organizado por la Escuela de Derecho y Ciencias Sociales, y estuvo moderado por Eduardo Enrique Aguilar Hernández, docente de la UDEM.