El entorno fiscal en México es difícil, las normas cambian año con año su interpretación y aplicación resulta cada vez más compleja; como agravante tenemos una asimetría de poder entre las partes; por una parte la autoridad fiscal tiene a su favor todo el poder del aparato estatal y una presunción de que todo lo que determine es legal salvo prueba en contrario; y por la otra parte tenemos al contribuyente que no necesariamente conoce de impuestos o está debidamente asesorado, quién tiene la carga de demostrar que lo que la autoridad fiscal le determinó no es correcto.
Es en este entorno que la Procuraduría de la Defensa del Contribuyente nace en la reforma fiscal de 2004 y es hasta 2011, siete años y una acción de inconstitucionalidad después que abre sus puertas al público; por lo que desde sus inicios ha tenido que superar los obstáculos que se oponen a su existencia.
La Prodecon es un organismo verdaderamente autónomo que intenta crear un espacio neutral de encuentro, acuerdos y confianza mutua donde las partes pueden hacer un análisis en conjunto a efecto de determinar las cantidades que verdaderamente se deben pagar de impuestos por parte de los contribuyentes.
Por lo que resulta sorprendente las declaraciones que el pasado 21 de septiembre de 2022, en su conferencia matutina, el Presidente realizó:
“…llevo ya casi cuatro años y no he podido cambiar al presidente de un instituto que tiene que ver con la defensa de … los contribuyentes… porque mando las ternas y se amparan.
…sigo mandando las ternas al Senado, porque mucho evasor fiscal utiliza este instituto para no pagar los impuestos.”
Estas declaraciones sólo pueden originarse por falta de información de los resultados de la Prodecon y de las razones por las cuales no han prosperado las ternas que ha enviado al Senado.
La Prodecon no ayuda a los evasores de impuestos, por el contrario, ha coadyuvado a recaudar casi 70 mil millones de pesos desde el inicio de mandado del Presidente que de otra manera se hubieran ido a litigio.
Por lo que ve al nombramiento del titular; la ley orgánica de la Prodecon establece varios requisitos para asegurar la imparcialidad e independencia del organismo, siendo 3 de ellos:
- Ser abogado o licenciado en alguna carrera afín a los impuestos;
- Tener por lo menos 5 años de experiencia en materia fiscal;
- No haber ocupado puestos importantes en el gobierno o haber sido funcionario de la autoridad fiscal en los últimos tres años
En las únicas 2 ocasiones en las que el Presidente envió terna, ninguno de los 4 candidatos propuestos cumplió con los requisitos mínimos establecidos en ley, siendo esa la causa por la que se han concedido los amparos promovidos por la sociedad civil, no por los funcionarios actuales.
Cuando el Presidente quiera nombrar a un nuevo titular de la Prodecon basta que mande una terna de candidatos que cumplan con los requisitos mínimos establecidos en ley y no existirá amparo que lo detenga.
Es mi esperanza que la Prodecon supere con éxito este nuevo obstáculo que se opone a su continua existencia y que se revierta esta tendencia de desaparición de los organismos constitucionales autónomos que ayudan a equilibrar un poco la balanza de poder del ciudadano ante el Estado.
El autor es miembro de la Comisión Fiscal del ICPNL.
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