Priorizar el estudio de las ciudades desde un enfoque de calidad de vida de sus habitantes, desde el bienestar y la felicidad urbana, sin dejar de lado patrones y fenómenos urbanos asociados a la expansión territorial, fue lo que impulsó a Ana Cristina García Luna Romero a generar un proyecto editorial como punto de partida para otros estudios.
Fue esta perspectiva la que llevó a la profesora investigadora del Departamento de Arquitectura de la Universidad de Monterrey a escribir el libro Transgénesis urbana, que fue presentado en Cintermex, dentro de la Feria Internacional del Libro Monterrey 2022.
En la presentación, participaron Carlos García González, vicerrector de Educación Superior; y Rafael Amado García Cruz, profesor de la Escuela de Arquitectura y Ciencias del Hábitat; además de la propia autora.
Para García Luna Romero, la lectura de Transgénesis urbana permitirá entender el ritmo al que cambian las ciudades y sus problemáticas con relación a la salud y al desarrollo humano, así como también los obstáculos y las condiciones favorables.
La arquitecta regiomontana destacó la importancia de evitar importar la teoría de otros países y entender que debe hacerse “un traje hecho a la medida” de ciudades mexicanas.
“Es un instrumento que permitirá analizar cada una de los 59 zonas metropolitanas del país con la posibilidad de territorializar temas relacionados a vulnerabilidad sanitaria y poder obtener datos que permitan entender el comportamiento de un sinfín de fenómenos asociados a la salud población, la migración, la contaminación, la movilidad, la inseguridad o la justicia social, entre otros temas” comentó Luna Romero.
La profesora de la UDEM indicó que el libro será una herramienta para que otros estudiosos, arquitectos y no arquitectos, se cuestionen sobre cómo se vive en una determinada ciudad, para que se pueda construir una ciudadanía que esté informada y que sea participativa.
“Para construir una comunidad metropolitana, necesitamos indiscutiblemente trabajar en el desarrollo de procesos que permitan tomar decisiones en conjunto, entendiendo nuestras diferencias, particularidades, pero siempre bajo la premisa de que todos y todas tenemos algo que aportar y que los problemas de la metrópolis nos afectan profundamente y de manera desigual, ya sea por las condiciones geográficas, económicas, las capacidades de nuestros gobiernos”, expuso.
Luna Romero estableció que, en México, se necesita consolidar equipos de trabajo interdisciplinarios y diseñar una estrategia de planeación que ayude a plantear “realidades que a veces parecería que ni siquiera las conocemos”.
“Sin duda alguna, tenemos que construir distintas alternativas para una planificación estratégica en materia de resiliencia urbana y de acción climática”, apuntó.
La catedrática subrayó la importancia de una idea de planeación centrada en las personas, como en los países más desarrollados, donde se promueve a pensar “más allá de los tubos y del concreto”, ya que las ciudades están habitadas por personas, por diversidades, por infancias, por mujeres, personas de la tercera edad y migrantes.