Bloomberg publicó el artículo La curva de rendimiento global se invierte implicando que se está gestando una recesión. Vámonos por partes. Primero con la “curva de rendimiento”.
Si graficáramos los rendimientos de los Treasury Bills, de un mes en adelante e incluimos los bonos emitidos por la FED en sus distintos plazos y unimos los puntos, entonces se formaría esa curva. “Normalmente” es hacia arriba. Es decir, los rendimientos de Treasury Bills de 30 días serán menores a los de los Treasury Bills de 60 días y a su vez de los bonos a plazo de 10 años, hasta el rendimiento más alto del Long Bond de 30 años.
En un escenario de inflación estable (no como ahora), se ve más claro el premio por plazo. Si alguien presta a 30 días tendrá menor incertidumbre que si prestara a 30 años, por lo que se pide un rendimiento mayor. Ese premio que va subiendo a plazos mayores, será el premio por plazo.
Sin embargo, habrá ocasiones en que la inflación es mayor en el presente que la esperada en siguientes períodos. Eso está sucediendo ahora. Hoy por hoy vivimos en un ambiente de inflación que se volvió persistente por dos motivos a mi juicio: primero debido a una liquidez -casi sin precedente- inyectada en los mercados para paliar los efectos de la pandemia y por el lado, no de la demanda, sino de la oferta, hubo disrupciones en las cadenas de suministro, que tampoco se habían dado en el pasado (de ahí lo atractivo del Nearshoring). Los bancos centrales están haciendo lo que se supone deben hacer: subir las tasas para evitar la perniciosa inflación.
Sin embargo, a mediano y largo plazo, no creo que haya analista que considere que los niveles de inflación actuales permanecerán en el mediano y largo plazo. De ahí que se invierte la curva: el monto del componente inflacionario actual es mayor y será menor en un futuro cercano. Sin que cambiaran los premios por plazo, las tasas nominales serán menores a mayor plazo.
Esa misma lógica aplicada a nivel global es el tema del artículo y el barómetro son los Bloomberg Global Aggregate bond sub-indexes. Tal cual: se toman bonos soberanos de diversos países y se crea un índice. Técnicamente se mide como el diferencial entre uno y tres años de duración: si es positivo, la curva está hacia arriba, sin embargo, ahora es negativo. Hay un rendimiento mayor a un año que a tres años.
Suena interesante el análisis, pero hay una implicación peligrosa. Por más de 70 u 80 años, cada vez que la curva está invertida se ha presentado una recesión. ¿Cómo es que la forma de la curva tuviera relación con una recesión? De acuerdo con el CFA: “Las expectativas de disminución de la actividad económica pueden ser una de las razones por las que se podría anticipar que la inflación disminuirá, y con frecuencia se ha observado una curva de rendimiento con pendiente descendente antes de las recesiones”.
Altas tasas de interés cuyo objetivo es influir en la disminución de la inflación hacen que el consumo se modere -y por tanto la actividad económica- entrando en recesión.
Afortunadamente, hay señales encontradas. De acuerdo con Banco Base en su reporte Vacantes laborales y rotación de personal en Estados Unidos, octubre, basado en el Job Openings and Labor Turnover Survey (JOLTS): “En octubre, hay 4.3 millones de vacantes laborales MÁS que desempleados, lo que da una razón de 1.71 vacantes por persona desempleada.” (Aviso de sarcasmo) Lo que hace el maldito capitalismo.