Dado el crecimiento que ha registrado el e-commerce, lo que refleja un cambio importante en los hábitos de los consumidores a la hora de decidir dónde comprar, ha implicado un crecimiento en la demanda de edificios industriales, señaló Cushman & Wakefield.
“Existen dos áreas principales donde la actividad comercial tiene un impacto en el uso de bienes raíces: por una parte, están los locales comerciales, las tiendas en todos sus formatos; desde los grandes centros comerciales hasta las pequeñas tiendas de conveniencia. Por otra parte, los edificios industriales, que organizan tareas logísticas para la distribución de bienes hasta el punto de venta final”, señaló en un reporte José Luis Rubí, Market Research Manager de Cushman & Wakefield.
Ante este panorama, el impulso que iniciativas como El Buen Fin aportan al comercio es de la mayor relevancia, pues la edición de este año sirvió para aportar evidencia sobre la magnitud de la recuperación que está experimentando el comercio al menudeo en México, y ésta a su vez dará información sobre el camino que seguirá la oferta de bienes raíces dedicada a actividades comerciales y logísticas que las apoyan.
Recordó que el Buen Fin 2021 produjo en México ventas totales por 191 mil 900 millones de pesos; las ventas a través del comercio electrónico representaron 16.5 por ciento del total en el mismo año.
El comercio electrónico alcanzó en México un volumen de ventas de 401 mil 300 millones de pesos en 2021, un crecimiento de 27 por ciento respecto al año anterior.
El e-commerce ha hecho que el destino final de las mercancías sea directamente la vivienda, o la ubicación que decidan los consumidores, y no solo los locales comerciales tradicionales, indicó.
“En materia de bienes raíces, lo anterior se ha concretado en un gran crecimiento de la demanda por edificios industriales para actividades logísticas, y en una transformación de la demanda por locales comerciales”, explicó Rubí.
“Para el mercado de México, indicó que cifras preliminares para el año 2022 reflejan que, el mayor rol que el comercio electrónico está asumiendo en la demanda por edificios industriales se está consolidando y mantiene una expansión de dos dígitos, que llega a 22 por ciento al cierre del tercer trimestre del año”, añadió.
Sin embargo, Cushman & Wakefield considera que los centros de distribución son el principal reto logístico del e-commerce México.
Dijo que para brindar a los clientes una experiencia agradable de compra en e-commerce se deben considerar, en un primer nivel de importancia, los contratiempos que puedan afectar el tiempo de entrega, y es que esto ya es crucial para que cualquier usuario decida con qué empresa gastar su dinero.
“Dado que los consumidores esperan velocidades de entrega cada vez más rápidas, los jugadores de comercio electrónico deben seguir aumentado operaciones cercanas al núcleo de las áreas urbanas. Las tendencias recientes en el comercio electrónico han convertido en un desafío el esfuerzo para ubicar las instalaciones de “última milla”, indicó.
“Las ubicaciones logísticas urbanas y de reabastecimiento se enfrentan a varios obstáculos. Los dos más importantes: encontrar un edificio existente con la funcionalidad adecuada o un sitio para remodelar con el potencial adecuado y que cumpla con los requerimientos de la zona (densidad poblacional, buena conectividad, etc)”.
Según un estudio de Onfleet, a menos que se optimice el estado actual de la entrega de última milla, las ganancias podrían disminuir potencialmente en un 26 por ciento en los próximos tres años. Como resultado, es fundamental encontrar nuevas formas de mejorar la eficiencia y absorber los costos que están disminuyendo los márgenes de ganancias.
“A medida que vemos que más clientes ingresan al ecosistema del e-commerce, la presión por ofrecer instalaciones de última milla eficientes seguirá aumentando. La entrega exitosa de estos proyectos exige un equipo capacitado, que pueda evaluar rápidamente las propiedades potenciales antes del compromiso del sitio”, concluyó