El déficit aproximado de 7 mil trabajadores que el sector restaurantero de Nuevo León (NL) viene padeciendo desde el año pasado, continuará en este 2023, e incluso, podría agudizarse por la modificación que entró en vigor respecto a los días de vacaciones que ahora tienen derecho los empleados, y que junto a otros factores dificultarán la operación de estos negocios.
Al respecto, Daniel García Rosales, presidente de la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y Alimentos Condimentados (Canirac) de NL, dijo que a pesar de que están a favor de que el trabajador tenga una mejor situación en el tema de días de vacaciones, la nueva exigencia laboral será una afectación directa a las finanzas de los restaurantes.
Explicó que esto se debe a que además del déficit de personal, los negocios de este sector enfrentan una operación con un margen de utilidad muy castigado por efecto de la inflación, el aumento de sueldos dado en diciembre y pasivos financieros vigentes que arrastran desde la pandemia.
“Sí nos viene a pesar (las vacaciones largas) porque no estamos preparados para poder ofrecer esos días extras que no teníamos contemplado”, señaló.
La reforma a la Ley Federal del Trabajo publicada en el DOF duplica las vacaciones de 6 a 12 días al cumplirse el año de labores, pudiendo tomarse de forma continua, para posteriormente aumentar en 2 días laborables hasta llegar a 20 por cada año subsecuente, y a partir del sexto año, el periodo de vacaciones incrementará en 2 días por cada 5 de servicios.
El representante de la industria restaurantera local indicó la importancia de tener las plantillas laborales completas, ya que en caso contrario, complicará el operar de los establecimientos.
“Si no hay un arreglo con los colaboradores de que sea un pago en vez de tomar vacaciones, va a ser una gran afectación dentro de las operaciones de los restaurantes”, advirtió García.
En el estado hay 21 mil establecimientos de la industria restaurantera, y 700 mil empleos entre directos e indirectos, de acuerdo con la Canirac.
Recientemente, El Financiero publicó que el principal golpe económico que enfrentarán las empresas en este 2023 no viene por el lado de los impuestos, sino por el aumento en el costo de la mano de obra debido a la duplicación de las vacaciones.
Asimismo, por las mayores aportaciones que deberán hacer los patrones a la seguridad social, derivadas de las reformas a las leyes del IMSS y SAR, y por el aumento a los salarios mínimos, según especialistas entrevistados.
La Asociación Mexicana de Empresas de Capital Humano (Amech) estimó que la duplicación de las vacaciones para 2023 implicará un costo global de 89 mil millones de pesos para las empresas en el país.