La inclusión financiera en México continúa siendo un reto pendiente por resolver, a pesar de los esfuerzos llevados a cabo tanto por el sector público como privado. México fue uno de los primeros países de la región en liberar su sector financiero y ha desarrollado una potente industria manufacturera que le ha permitido posicionarse entre las 20 economías más grandes del mundo. No obstante, el desarrollo de su sistema financiero no ha mantenido ese mismo ritmo de crecimiento.
Según datos de la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera, el 97% de la población tiene la posibilidad de acceder al sistema financiero a través de sucursales, cajeros automáticos y terminales punto de venta. Sin embargo, solo el 56% de la población utiliza algún tipo de producto financiero, mientras que 30.7 millones de personas ahorran sin recurrir a alguna institución financiera.
La Comisión Nacional Bancaria y de Valores, define la inclusión financiera como el acceso y uso de servicios financieros formales dentro de un marco regulatorio seguro que promueva la educación y mejore la capacidad financiera de todos los segmentos de la población. En este contexto, la tecnología ha desempeñado un papel crucial en la promoción de la inclusión financiera en el país.
La proliferación de smartphones y otros dispositivos móviles ha facilitado a los usuarios el acceso a servicios financieros y la realización de transacciones en línea de manera más sencilla y conveniente que nunca. Lo que ha mejorado su capacidad financiera y les ha permitido tomar decisiones más informadas. Además, la banca móvil y las aplicaciones de pago también están abriendo la posibilidad de que personas que antes no tenían acceso a estos servicios financieros tradicionales ahora puedan hacerlo.
Es así como que la aplicación de las nuevas tecnologías a las finanzas (Fintech) han emergido como un actor clave al ofrecer soluciones innovadoras y accesibles para personas que han sido históricamente excluidas del sistema financiero.
En el primer trimestre de 2023, se identificaron alrededor de 650 empresas que operan dentro del ecosistema Fintech del país, lo que representa un crecimiento compuesto anual del 18% en los últimos años. Siendo los segmentos de préstamos, pagos y transferencias los de mayor participación en el mercado Fintech mexicano.
Aunque la tecnología presenta ventajas significativas para lograr una inclusión financiera adecuada, todavía existen obstáculos que superar. Acceder a servicios financieros no es suficiente si no se utilizan correctamente, lo que requiere una educación financiera efectiva. En este sentido, la tecnología educativa (Edtech) puede desempeñar un papel fundamental.
La Edtech se refiere a la aplicación de las nuevas tecnologías en la creación de herramientas y soluciones para la educación, lo cual ha cobrado mayor importancia debido a los cambios en los hábitos de consumo derivados de la pandemia.
Las plataformas Fintech han demostrado ser una herramienta valiosa para aquellos usuarios interesados en aprender más sobre finanzas personales y tomar decisiones informadas. No obstante, el emergente ecosistema de Edtech ofrece soluciones aún más prometedoras en términos de aprendizaje interactivo y personalizado, gracias a tecnologías como Big Data, Realidad Virtual e Inteligencia Artificial. La sinergia entre ambos ecosistemas (Fintech+Edtech) presenta un potencial innovador para abordar los desafíos que han obstaculizado una mayor inclusión financiera en el país, al generar soluciones creativas.
Un ejemplo de solución Edtech es el caso de Bcas, una plataforma que ha recopilado información y la ha hecho accesible en su portal, lo que permite a los usuarios encontrar la beca más adecuada para continuar con sus estudios en un solo lugar.
Si bien esta solución es innovadora, se podría ampliar su alcance al complementarla con tecnologías Fintech como son los nuevos modelos de scoring crediticio, los cuales evalúan grupos socioeconómicos que históricamente han sido ignorados por modelos crediticios convencionales, y les permite dar acceso a diversos servicios financieros. Incluso estos modelos de Score podrían incorporar otras variables como es el talento, y permitir que más personas tengan acceso a educación de calidad, sin importar sus antecedentes socioeconómicos.
Aunque todavía hay retos que superar para aumentar la inclusión financiera, la sinergia entre distintos campos de las nuevas tecnologías podría generar soluciones innovadoras que no solo permitirían dar más acceso a servicios financieros a sectores ignorados, sino también brindarles las capacidades necesarias para utilizar dichos servicios de manera efectiva.