Monterrey

Rogelio Segovia: Tesla en Nuevo León

Marca Empleadora.

La llegada de Tesla a Nuevo León ha creado un ambiente de celebración pocas veces visto en el país y en Nuevo León. Cuesta trabajo dimensionar lo que socialmente se está viviendo y las grandes expectativas que la llegada de esta compañía, líder en la producción de automóviles eléctricos y tecnologías renovables propiedad del señor Elon Musk, ha creado.

La emoción que percibo en la gente es comparable a sacarse la rifa de la Casa del Tec, solo que en esta ocasión es un sentimiento colectivo. La pesadumbre social que muchos estaban experimentando por la falta de agua, los problemas de movilidad, la contaminación extrema, la seguridad y sobre todo las incesantes (y absurdas para nosotros los ciudadanos) disputas entre los políticos locales, desaparecieron tan pronto se hizo el anuncio. Pareciera que de repente todos fuimos invitados a un gran banquete en el cual el platillo principal es la ambrosía.

¿A qué vienen a cuento estas reflexiones? A que esta es la “percepción” que al día de hoy existe en el estado respecto a la empresa Tesla. Y “percepción” es la palabra clave cuando hablamos de marca empleadora, es decir, de la capacidad de una empresa para atraer y retener personas. Vaya, Tesla es una marca sexy en donde (casi) cualquier persona quisiera trabajar.

¿Esto significa que Tesla es una buena empresa para trabajar? Como cualquier empresa, sí y no. Es una empresa a la que se le considera que es un buen lugar para trabajar, con calificaciones altas por su cultura (lo que sea que esto signifique), buena compensación (dinero) y beneficios (lo que nos hace sentir cómodos); pero por el otro lado, son largas horas de trabajo, alta presión, mucho estrés y un ambiente de trabajo que suele definirse como tóxico y poco tolerante a quienes piensan diferente. En pocas palabras características que podemos encontrar en prácticamente cualquier empresa.

Todo esto es importante, Tesla ya ha iniciado sus procesos de contratación, ya existen vacantes publicadas y disponibles y el mercado laboral parece haber entrado en una espiral de euforia y embriaguez, pero también de preocupación.

  • Euforia: En general, el impacto de Tesla en las comunidades donde ha instalado gigaplantas ha sido mayormente positivo generando miles de empleos, impulsando de la economía local y desarrollando infraestructura pública. La derrama económica de Tesla en Santa Catarina y en el área metropolitana. Hoy se respira mayormente una emoción intensa de felicidad, alegría y excitación
  • Embriaguez: Aunque la megafábrica es principalmente una manufactura de vehículos (habrá muy poco desarrollo tecnológico y, por ende, poco desarrollo e investigación), la introducción de nuevas tecnologías, prácticas avanzadas y el renombre laboral para quienes trabajen en Tesla están creando una especie de exaltación emocional en donde (casi) todo el mundo quiere trabajar allí.
  • Preocupación: Empresas, asociaciones y cámaras industriales están realmente inquietos por el impacto que sus operaciones pueden tener por la pérdida de personal especializado. Si tuviera que resumir las conversaciones que he escuchado de este tema, podemos decir que la preocupación es: ¿Y cómo vamos a competir con una empresa tan sexy como Tesla?

Después del tsunami que ha creado la empresa fabricante de autos eléctricos, el ambiente paulatinamente se empezará a estabilizar, pero si no actuamos de manera coordinada e integral gobierno, universidades, organizaciones y personas) lo que encontremos, podría no gustarnos:

¿Qué podríamos encontrar? Déficit de personal capacitado para cubrir sus plantillas laborales, lo que puede ocasionar paros técnicos o cierre temporal de servicios y/o procesos, así como (por irónico que esto parezca) una precarización de aquellos empleos menos demandados y con menor grado de especialización (es decir, salarios bajos, esquemas de contratación temporal o trabajo a tiempo parcial, entre otros) y un alto costo de vida que, aunado a los problemas medioambientales, de seguridad y movilidad que padecemos, hace altamente probable que se incremente la emigración de personas en Nuevo León (entre 2015 y 2020, antes del recrudecimiento de la crisis del agua y de contaminación, 113,704 personas salieron de Nuevo León por 277 mil 369 que llegaron a establecerse).

¿Qué hacer? Las empresas deberían de estar trabajando desde hace algún tiempo en dos vertientes, una que atiende las causas coyunturales (llegada de Tesla) y otra las causas estructurales (falta de personal capacitado). En cuanto a las estructurales es necesario tener programas que de manera consistente estén ayudando a sus empleados a la actualización y adquisición de nuevas habilidades y conocimientos. En cuanto a las coyunturales, ¿cómo estás trabajando en tu marca empleadora? Los colaboradores quieren más que un día de trabajo remoto en la oficina, pizza y cerveza los viernes. Ahora sí habrá que trabajar en serio en esto último.

Epílogo.- A partir de esta semana se llevará a cabo en el Centro Cultural Universitario la UANLeer, la ya tradicional feria Universitaria del Libro de la UANL. Bueno, quiero invitarte este 15 de marzo en punto de las 18:00 horas a la presentación del libro “El peso de las cosas chiquitas” escrito por Sabina Bautista. Una serie de cuentos “habitados por personajes que contra el fracaso, buscan su propio centro. Y solo a veces lo encuentran”.

El autor es Doctor en Filosofía, fundador de Human Leader, Socio-Director de Think Talent, y Profesor de Cátedra del ITESM.

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