Como hoy en día es más caro pedir dinero prestado a los bancos, algunas familias empresarias están evaluando fuentes de financiamiento alternativas para sus proyectos de inversión. Dos de ellas son los fondos de capital privado (private equity) y las inversiones en capital riesgo (venture capital).
Si bien nadie puede negar que el financiamiento vía inversores tiene sus beneficios, dejar entrar a un inversor “temporal” al negocio familiar no es fácil: Se pierde control sobre la propiedad y la toma de decisiones. Aunado a esto, es necesario considerar otros factores, como por ejemplo el tipo de empresa que tenemos (sector), la etapa del negocio, los objetivos estratégicos familiares-empresariales acordados y hasta el propio ciclo de vida.
Además, para poder decidir si alguna de estas fuentes de financiamiento es adecuada, lo primero que debemos tener claro es la diferencia fundamental entre ellas.
Fondos de Capital Privado o Private Equity
- Invierten en empresas maduras de todos los sectores.
Los fondos de capital privado—private equity, tienden a invertir en empresas no cotizadas que están en proceso de crecimiento (capital de desarrollo) o enfrentan complejidades económicas y/o sucesorias (compras apalancadas).
· Capital de Desarrollo o Inversión de Capital Minoritario: Las empresas familiares que tienen un plan estratégico de crecimiento i.e. internacionalización o adquisiciones importantes, y que requieren capital de terceros para lograrlo, pueden analizar esta opción. Un fondo de capital privado podría estar interesado en comprar acciones minoritarias del negocio y en recibir, al cabo de los años, las ganancias de financiar el crecimiento—venta de acciones revalorizadas.
· Compras Apalancadas: Las empresas familiares con marca reconocida, flujo de caja fuerte, y dueños dispuestos a ceder control y vender la propiedad total o mayoritariamente, suelen ser atractivas para este tipo de operaciones. En estos casos, el fondo compra una participación mayoritaria en el negocio (normalmente con una cantidad importante de financiamiento de deuda) y se encarga de restructurarlo, dirigirlo y revalorizarlo para luego venderlo o sacarlo a Bolsa.
- Invierten a largo plazo y con riesgo acotado.
Los fondos de capital privado—private equity, mantienen sus inversiones entre 5 y 10 años. Dado que buscan empresas establecidas que tengan menos probabilidades de fracasar, no esperan resultados prodigiosos. Obtienen, como mínimo, un 15-20% de retorno sobre la inversión (ROI).
Inversiones de Capital Riesgo o Venture Capital
- Invierten en empresas nuevas o en crecimiento.
· Startups tecnológicas con potencial: El inversor provee fondos para empresas tecnológicas de reciente creación y compañías gacela (menos de 5 años de operación; con alto crecimiento anual). Normalmente compran un paquete accionario minoritario. Aunque los venture capitalists no dirigen la empresa, sí participan en juntas de consejo y delinean la estrategia a seguir.
· Inversiones para escalar un negocio probado: El objetivo es la escalabilidad de la empresa (tecnológica o no). La escalabilidad es la capacidad de crecer e incrementar los ingresos, con una inversión significativamente menor. Si podemos abrir más sucursales, ampliar las instalaciones, vender a clientes internacionales sin incrementar drásticamente los costos, el negocio es escalable. La escalabilidad garantiza el retorno sobre la inversión para el venture capitalist.
- Invierten “poco”, a corto plazo y con alto riesgo.
Los venture capitalists compran paquetes accionarios minoritarios—entre 10% y 35%, en empresas con alto potencial de crecimiento y mantienen sus inversiones entre 3 y 5 años. Puesto que estiman que 8 de cada 10 empresas en las que invierten fallarán, suelen colocar pequeñas cantidades de dinero en muchas compañías. Claro, cuentan con que el enorme retorno que consigan con una de sus inversiones les ayudará a cubrir sus pérdidas.
Pregúntate… ¿Qué tanto podría servirnos (y qué tanto podríamos trabajar con) alguna de estas fuentes de financiamiento alterno? Y es que, al final, no sólo se trata de obtener financiamiento accesible, sino de poder llevar el negocio familiar al siguiente nivel sin arrepentimientos ni conflictos familiares.
La autora socia de Trevinyo-Rodríguez & Asociados, Fundadora del Centro de Empresas Familiares del TEC de Monterrey y Miembro del Consejo de Empresas Familiares en el sector Médico, Petrolero y de Retail.