Monterrey

Rubén Leal: Oportunidades en blockchain y DeFi

La aplicación del blockchain a los servicios financieros tiene un alto potencial de aumentar la eficiencia, promover la competencia, mejorar el acceso al capital y contribuir al desarrollo económico de México.

Las finanzas descentralizadas (DeFi por sus siglas en inglés) son la aplicación práctica de la tecnología blockchain a los servicios financieros. DeFi postula que los servicios financieros no necesitan depender de intermediarios centralizados como bancos o gobiernos, sino que los usuarios de estos servicios pueden proporcionarlos directamente a otros usuarios. De acuerdo con IBM, podemos resumir coloquialmente el blockchain como un libro de contabilidad digital descentralizado que es transparente, inalterable y público. Esta tecnología de libro contable descentralizado registra transacciones concatenadas y rastrea activos, lo que permite a los usuarios ver el origen y el final de cada transacción sin intermediarios o agentes centralizados que sean confiables para todas las partes.

DeFi brinda una alternativa a los servicios financieros tradicionales, evitando los costos de tener un tercero como intermediario. Ofrece una innovación que permite que la misma información contable se distribuya entre todos los usuarios de manera transparente, para que cualquiera pueda auditar la veracidad de la información financiera. En última instancia, DeFi busca permitir que los usuarios interactúen entre sí a través de préstamos, gestión de activos u obtención de seguros, sin instituciones financieras como intermediarios.

Un claro ejemplo de cómo DeFi puede impactar en el sistema financiero del mundo real es en la compra de una acción de una empresa. En las finanzas tradicionales, un cliente primero debe abrir una cuenta bancaria y trasladar fondos a esta cuenta. Luego, el cliente le pide al banco o casa de bolsa que haga una orden de compra de las acciones. El banco, a su vez, le pide a un corredor que cumpla con la orden. Luego, el corredor lleva la orden a la bolsa de valores y compra las acciones para el cliente. Finalmente, la nueva información de propiedad fluye de regreso: la bolsa de valores al corredor, el corredor al banco y finalmente el banco al cliente. Esto ilustra cómo comprar acciones en las finanzas tradicionales requiere de tres intermediarios: banco, corredor y bolsa de valores. Este largo proceso de compra representa altos costos para los inversionistas.

La misma compra de acciones a través de DeFi sería directamente del vendedor al comprador. Cualquier usuario puede conectarse en Internet a una plataforma DeFi y realizar una orden de compra. Otro usuario que posee las acciones deseadas por el comprador puede ponerlas a la venta. El sistema ejecuta automáticamente la orden de compra en cuanto se cumplan los parámetros requeridos de precio y temporalidad. Como los usuarios son los custodios de sus propios activos, las acciones se transfieren directamente del vendedor al comprador. Una transacción en una plataforma DeFi no requiere ningún otro intermediario. Estas eficiencias han incentivado el crecimiento de las finanzas descentralizadas, al punto que actualmente hay más de $40 mil millones de dólares en contratos DeFi alrededor del mundo.

Mientras se escribe esta columna, nuevas empresas están creando ecosistemas innovadores donde los emprendedores, consumidores y empresas pueden acceder al capital conectando sus activos reales a una plataforma DeFi y utilizando esos activos como garantía para obtener préstamos de manera directa. Ante este crecimiento, el sector público no puede quedarse atrás. Por eso, es urgente que en México no solamente se debata, sino que se eleve como prioridad en la agenda legislativa la implementación de regulaciones sobre cómo abordar los riesgos y oportunidades que DeFi plantea para la estabilidad financiera y el desarrollo económico, con la intención de no quedarnos rezagados y regular con éxito su aplicación en México.

El autor es Profesor de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad de Monterrey. Doctor en Filosofía con Orientación en Ciencias Políticas y Maestro en Derecho Norteamericano por Washington University. Licenciado en Economía por el Tecnológico de Monterrey y Licenciado en Derecho por la UANL.


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