Considerando que las certificaciones que tienen las empresas de cualquier tamaño, significa que éstas ofrecen productos y servicios de calidad, les abre más oportunidad de crecimiento, por lo que aquellas que no tengan este proceso verían limitado los beneficios esperados por el nearshoring, señaló Carlos González.
“Los proveedores regionales necesitan garantizar, mediante certificaciones, que la calidad de sus productos y servicios están a la altura de la demanda por nearshoring, y con esto, no perder la oportunidad de formar parte de la cadena de producción de las diferentes industrias”, comentó el director general de Hultek.
“Solo el uno por ciento de las Pequeñas y Medianas Empresas (Pymes) en México tienen algún tipo de certificaciones ISO, esto es preocupante porque están perdiendo la oportunidad de sumarse a la ola y de hacer nuevas alianzas con inversionistas extranjeros”, agregó.
“En el caso de la manufactura, las certificaciones son el aval de que se están llevando a cabo procesos con estándares internacionales, sin estos documentos es realmente complicado que las Pymes se incrusten a la cadena de proveeduría del nearshoring a un nivel de Tier 2, por ejemplo”, comentó.
Destacó que una certificación en un nivel de Tier 2 o Tier 3 puede representar hasta 30 por ciento de las condicionantes para integrarse a una cadena de proveeduría global.
González dijo que hay varios factores por lo cual las Pymes no se certifican entre los que están el costo que implican las auditorías, el tiempo para hacer cambios internos –en caso de que se deban hacer-, la contratación de especialistas para corregir ciertos procesos y el desconocimiento de estas certificaciones o la falta de créditos accesibles para las Pymes.
“Obtener una ISO puede costar desde 50 mil a 200 mil pesos, pero su precio se incrementa dependiendo del proceso de auditoría, modificación de métodos de manufactura, compra de nuevo equipo, entre un largo etcétera”, indicó.
Explicó que aunque las certificaciones ISO varían en cada industria, hay al menos tres de carácter general que cercioran o aseguran que los procesos de producción de manufactura se están realizando con estándares internacionales.
Estas certificaciones son el ISO 9001, la cual establece los requisitos de gestión de calidad para satisfacer las demandas de clientes y certifica que una empresa tiene la capacidad de ofrecer productos y servicios que cumplan con las exigencias internas y externas de la organización.
También la ISO 14001, ésta se centra en crear un plan de manejo ambiental que incluye metas, políticas y procedimientos para minimizar los daños al ecosistema; señala responsabilidades, actividades de capacitación del personal, documentación y un sistema de control, y la ISO 45001 que delimita riesgos y procesos de control en sistemas de trabajo para proteger la salud de los colaboradores y visitantes, evitando accidentes y enfermedades en el lugar.
De acuerdo con Survey ISO y la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), en México existen más de 40 normas regulatorias, también conocidas como NOM, y a nivel global cerca de 25 mil ISO (siglas de International Organization for Standardization).
La firma Zoho para América Latina, destacó que el nearshoring ya muestra resultados en Nuevo Léon (NL), al recibir 4 mil 397 millones de dólares (mdd) en Inversión Extranjera Directa (IED) en 2022, el monto más alto en los últimos 12 años y que representa un incremento de 34 por ciento frente al año anterior, según la Secretaría de Economía Federal.
Para este año, los expertos esperan que esa cifra llegue a 9 mil mdd, guiada por la expansión de las empresas ya establecidas y las nuevas inversiones, como Tesla con toda su cadena de proveeduría.