El uso de tecnologías digitales permitirá la optimización de la producción agrícola en áreas que enfrentan importantes desafíos de estrés hídrico tal y como sucede en Nuevo León y otros estados más del país, y para ello, los negocios del sector deben de identificar las tendencias de la agricultura 4.0 para preparar y desarrollar, en la medida de sus capacidades, un plan de digitalización que los impulse a convertirse en uno de los principales motores de desarrollo de la región.
De acuerdo con Getac, empresa especializada en el desarrollo de tecnología robusta para diversas industrias clave, los pequeños y medianos agro negocios así cono grandes compañías, tienen la necesidad de aumentar la eficiencia operativa, mitigar los riesgos y responder rápidamente a las tendencias del mercado, por lo que requieren del uso de la tecnología moderna de la información y de soluciones digitales a la medida.
“Una vez que toda la información de los cultivos se digitaliza y se traslada del lápiz y el papel, las tecnologías avanzadas pueden funcionar en la agricultura de precisión, para ello, se requiere de una elección adecuada de la tecnología a utilizar”, indicó.
Getac identificó siete macro tendencias tecnológicas que serán un factor decisivo para la evolución de los agro negocios, siendo una de ellas el análisis de datos, el cual no deja espacio para conjeturas dobles y brinda a los agricultores la confianza para tomar decisiones comerciales vitales y mejorar el crecimiento de los cultivos, ya que permite monitorear el consumo y la disponibilidad de agua en tiempo real.
Los agricultores también pueden hacer uso del Internet de las Cosas (loT), ya que los sensores en el suelo pueden, en tiempo real, medir la humedad y dar aviso de cuando llega por debajo de un cierto nivel predeterminado, o bien, usar drones para saber si los cultivos muestran signos tempranos de enfermedad y además poder administrar dosis precisas de insecticidas solo en áreas de cultivo seleccionadas.
Entre las herramientas tecnológicas que son tendencia está la Inteligencia Artificial, la cual analiza lo medido y recopilado por los sensores de IoT, con el propósito de buscar problemas inmediatos y tendencias a largo plazo.
Al estar la agricultura llena de tareas repetitivas como es la siembra de campos, el deshierbe y la recolección de productos, entre otras, la robótica y la automatización harían un mejor aprovechamiento del recurso humano, además de hacer uso de la nube para tener acceso a los múltiples puntos de datos en los campos y almacenarlos.
“Todas estas herramientas tecnológicas pueden mejorar la gestión del agua, optimizar las prácticas agrícolas, proporcionar información y, en última instancia, ayudar a los agricultores a enfrentar los desafíos del estrés hídrico de manera más eficiente y sostenible”, refirió la empresa de origen taiwanés.