Monterrey

Héctor Zuno: ¿Por qué Xóchitl Gálvez?

Hace apenas un mes el nombre “Xóchitl Gálvez” se volvía tendencia en twitter por tocar la puerta de Palacio Nacional frente a los medios, para pedir al presidente López Obrador derecho de réplica, mientras éste realizaba la mañanera.

Hasta ese momento, lo que se sabía de la actual senadora era que estaba en la contienda interna del PAN por la candidatura para ser Jefa de Gobierno de la CDMX. Puesto al que siguió apuntando un par de semanas hasta que se desató en redes la idea -o la noticia- de que buscaría la candidutara del Frente Amplio para la presidencia de México.

Lo curioso del asunto es que durante las últimas dos semanas, la campaña de Xóchitl ha mostrado un despunte mediático importante que ya prendió alertas de clase política, medios y partidos de oposición de todo tipo.

En estos días Xochitl ha logrado desplazar a segunda posición en el debate digital a las corcholatas de Morena, mucho en parte debido a que ha estado siendo constantemente mencionada por AMLO desde la mañanera.

Una encuesta realizada por Poligrama y publicada el día de ayer lunes 10 de julio, la colocan casi 13 puntos arriba de Santiago Creel, quien ocupa el segundo lugar en las preferencias para encabezar el Frente Amplio.

Ante este fenómeno, la pregunta que trataremos de responder en este columna es: ¿por qué la campaña de Xóchitl ha tomado tanta fuerza en tan poco tiempo?

Xóchitl Gálvez, mujer de origen indígena (Tepatepec, Hidalgo) estudió Ingeniería en Computación en la UNAM, fundó su propia empresa de tecnología e inició su carrera en el servicio público durante el sexenio de Vicente Fox, como Directora general de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas.

Desde entonces, el cargo más relevante que llegó a ocupar fue el de alcaldesa de Miguel Hidalgo en CDMX (2015-2018) y ahora el de senadora de la república por el PAN.

Su actual candidatura para encabezar el frente opositor, nace en un escenario completamente polarizado en el que las preferencias de los votantes, como hemos venido escribiendo en esta columna, ya no se dividen entre los partidos políticos que existen, sino en función de estar a favor o en contra del régimen obradorista.

En medio de esto, la gran mayoría de las encuestadoras vienen anunciando desde hace tiempo que Morena se mantiene al frente para ganar las elecciones de 2024 y que la oposición no levanta preferencias ni como movimiento, ni como bloque opositor.

Con postulaciones internas de personajes políticos que fortalecían brutalmente la narrativa de López Obrador, de “todos en la oposición son los mismos corruptos de siempre”, se levanta de pronto un personaje como Xóchitl Gálvez.

Una funcionaria con un perfil similar, aunque antagónico, a lo que Marcelo Ebrard representa para Morena: de ideología moderada, aceptada entre los votantes del bloque que representa.

Con su aparición, se empieza a percibir por primera vez en el debate público y en las encuestas, que la oposición tiene una carta con la cual puede competir contra Morena en el 2024.

El perfil con el cual están presentando a Xochitl es de ciudadana “diferente”, capaz y con capacidad de oratoria carismática y en cuanto a su rol como funcionaria: que sabe competir electoralmente y que ha demostrado mérito al obtener los cargos que ha ocupado.

Sin embargo, lo más importante de todo, lo que la distingue de sus competidores (internos y externos) y que ha frenado -por ahora- la maquinaria destructora de Morena, es que no tiene ningún escándalo grave que la persiga.

Aún así, se debe decir en voz alta que la senadora no tiene el camino fácil para concretar sus aspiraciones, porque de obtener la candidatura que tanto busca deberá explicarle a la gente porque ha aceptado aliarse no solo con cierto partido, sino con personajes de dudosa reputación.

Aunque falta mucho para que se llegue a cualquier decisión y, como siempre digo, en política cualquier cosa puede cambiar, pero hoy nos puede constar que Morena prende alertas pues pareciera ser que el bloque ya está definiendo por donde se irá.

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