Monterrey

Carlos Vargas: El movimiento anti-ESG en Estados Unidos

Mucho se rumora sobre sobre el movimiento anti-ESG en Estados Unidos. Y de hecho, es verdad que hace cerca de dos años se ha comenzado a gestar un movimiento anti-ESG en Estados Unidos que se reconoce como “ESG backlash” que cuenta entre sus filas a algunos prominentes políticos norteamericanos, particularmente de un partido, según apunta el Financial Times. Los detractores del ESG han cuestionado su eficacia y planteado preocupaciones sobre posibles distorsiones del mercado y conflictos de interés que pudieran generar.

Además, han presentado acusaciones de “greenwashing” y cuestionamientos alrededor de la efectividad del modelo ESG. Incluso, haciendo planteamientos que cuestionan lo irresponsable que pudiera ser el hecho de considerar factores ambientales, sociales y de gobierno corporativo dentro del análisis de las inversiones, y esto comienza a parecer más una narrativa política que en un tema lógico o siquiera soportado en evidencias o hechos.

El modelo ESG responde a las siglas en inglés de factores ambientales, sociales y de gobierno corporativo y se utilizan en finanzas para promover la sostenibilidad de las inversiones, el financiamiento, la gestión de riesgo, entre otros elementos.

La incorporación del ESG en las finanzas ha sido considerado como un cambio de paradigma en el mundo financiero desde hace ya más de dos décadas y representa un compromiso de incorporar la sostenibilidad en las finanzas. Es por ello que solía verse como algo positivo, en términos generales. Para entender el contexto de la importancia del ESG en los últimos años, es útil recordar que el interés en este tema creció, de forma significativa, durante los inicios de la pandemia.

La creciente conciencia de la urgencia de abordar temas como el cambio climático, las desigualdades sociales y la baja popularidad de algunas grandes empresas, entre otros, llevaron a inversores a buscar una forma más significativa de alinear sus objetivos financieros con sus valores de lo que, como resultado, surgieron más y más fondos, productos financieros e iniciativas enfocadas en ESG, atrayendo el apoyo de todo tipo de inversores que buscaban impacto ambiental y social positivo como resultado de sus inversiones.

Pero, pareciera que esta tendencia ha cambiado en lo que va del año. De acuerdo con Reuters, gran parte de los fondos de inversión con enfoque ESG sufrieron pérdidas significativas de inversores en el segundo trimestre de 2023, lo que resultó en salidas de capital que fueron motivadas, en parte, como respuesta al movimiento anti-ESG en Estados Unidos. Lo anterior llevó a que los fondos ESG que invierten en acciones tuvieran una salida neta de $15.4 mil millones de dólares en este periodo.

En contraste, durante el mismo periodo, el mercado de bonos verdes alcanzó un crecimiento significativo.

De acuerdo con el portal GreenBiz, la emisión global de bonos verdes alcanzó, por primera vez, niveles récord que superan los $350 mil millones de dólares en la primera mitad de 2023. Los datos muestran entonces resultados mixtos para fondos de capital variable y fijo, con respecto a cómo responden a los efectos del movimiento anti-ESG.

Los efectos del movimiento anti-ESG también se dejaron ver durante la temporada de Asambleas de Accionistas en Estados Unidos este año, donde el total de votos en asambleas sobre temas ESG pasaron del 29.3% al 21.3%, en comparación con el año anterior, según el Instituto de Inversiones Sostenibles (Si2).

Sin embargo, algunos expertos consideran que esta disminución no necesariamente se debe al del todo al movimiento anti-ESG sino, en buena parte, a la complejidad de las propuestas presentadas y a una mayor exigencia en las ambiciones ambientales de las organizaciones.

De igual forma, en lo que va de 2023, se han sometido a votación en Asambleas de Accionistas más propuestas relacionadas con el modelo ESG en comparación con el mismo período en 2022, y esto también es muestra de que el modelo ESG sigue siendo relevante y vigente en el mundo corporativo norteamericano.

La controversia en torno al papel de los factores ESG en la toma de decisiones de inversión no debería ser motivo de alarma para aquellos que defienden la integración de criterios ESG en la agenda financiera.

Sin embargo, este debate trascendente nos invita a reflexionar, especialmente en el ámbito político. Es esencial considerar las posibles repercusiones a largo plazo del movimiento anti-ESG para los Estados Unidos, especialmente en términos de su competitividad a nivel global.

Es importante tener presente que, en un contexto mundial, la inminencia del ESG continúa mostrando avances en regiones como Europa, que lidera ampliamente en el tema. Este tema de gran relevancia requiere un análisis profundo, ya que el futuro de la inversión sostenible y su impacto en la economía global podrían estar en juego.

El autor es Profesor Investigador de Finanzas en EGADE Business School del Tecnológico de Monterrey y tiene experiencia en Finanzas Sostenibles, Energías Renovables, y Análisis Financiero.

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