Durante el primer semestre de este año (1S23), la producción de vivienda de Nuevo León (NL) cayó nueve por ciento al registrar diez mil 230 unidades, cifra menor a las 11 mil 228 contabilizadas en el mismo periodo del año pasado (1S22), de acuerdo con el último reporte del Registro Único de Vivienda.
Pese a ello, la entidad ocupó la primera posición nacional con más unidades reportadas en construcción de enero a junio del 2023, al contribuir con el 16% del total, superando a Jalisco y Estado de México.
A nivel nacional la caída fue también del 9 por ciento al pasar de 66 mil 855 viviendas en la primera mitad del 2022 a 60 mil 822 en el primer semestre de este año.
Ignacio Torres, director general de la consultora 4S Real Estate comentó que esto se explica por el aumento del 20 por ciento de los costos de la construcción, el encarecimiento de los créditos y la falta de permisos por parte de Agua y Drenaje para iniciar proyectos de vivienda.
“Primero, ha habido un aumento catastrófico de costos de la construcción aproximado del 20 por ciento que ha hecho que los desarrolladores tengan que recalcular, rehacer y reprogramar sus proyectos y retrasar el lanzamiento.
“Segundo, en la parte financiera, aumentó el costo del dinero. Los bancos están otorgando créditos sólo a proyectos muy especiales. El acceso a los créditos puente ha sido más selectivo, detallado, tardado y requisitoso, con más garantías y más costosos, y tercero, que nos está afectando principalmente aquí en NL son las complejidades que los gobiernos locales y estatales han puesto al desarrollo en general, principalmente, todo lo que tiene que ver con vivienda vertical está parado porque Agua y Drenaje no había estado dando permisos y aparte”, detalló.
Señaló que adicionalmente el municipio de Monterrey también había puesto mucho freno, aunque ahora ya está liberando cosas, y esta localidad concentra gran parte del desarrollo urbano de la ciudad.
Estas condiciones, dijo, no están incentivando el desarrollo inmobiliario y, por el contrario, está provocando que los desarrolladores busquen opciones fuera del estado.
Aseguró que el inventario de vivienda actual en el estado solo alcanza para cubrir los siguientes 12 o 18 meses, dependiendo del segmento, cuando el límite sano de un mercado es de tres años, por lo que se prevé un problema serio de escasez y porque los precios de las rentas “se irían a las nubes”.
“Estamos a unos meses de quedarnos sin inventario si no se empieza a reactivar la oferta de vivienda que tiene el estado (…) va a hacer falta vivienda, sí, esto tomando en cuenta la demanda histórica del estado, pero con lo nuevo que se viene (con el nearshoring) esa capacidad va a crecer y todavía serán mucho menos unidades las que tendremos disponibles. Yo vaticino un problema de vivienda serio en la ciudad”, puntualizó.