Si bien el nearshoring es en general positivo para el país, hacerlo tan grande o tan pequeño dependerá de las acciones e inversiones que México esté dispuesto a realizar en sectores claves como logística y energía, maximizando a minimizando sus beneficios, indicaron especialistas.
Luis de la Calle, director de De La Calle, Madrazo, Mancera, SC, dijo que si no se hace nada, el nearshoring por si solo será positivo, pero sin tener el poder de transformar a México.
En cambio, si el país se vende como una nación joven y con optimismo entonces se crearán las condiciones para que los beneficios del nearshoring sean transformadores y catalizadores de un nuevo país.
El especialista indicó que para ello hay tarea por hacer. Se necesita un compromiso con la democracia, y México, en 2024, tiene que demostrar que puede tener elecciones competidas, participativas y cuyos resultados sean respectados.
Asimismo, es necesario hacer inversiones monumentales para mejorar la logística que permita una mayor integración.
“Si queremos el desarrollo de proveeduría local, la integración de las cadenas productivas, la integración de las regiones de México que hoy están ausentes de los flujos de comercio exterior, necesitamos logística de excelencia”, señaló en su participación en el Foro Soluciones Nearshoring para Empresas, de Scotiabank.
De la Calle consideró que es importante crear una nueva forma de comunicación de transporte logístico a través del Golfo de México para conectar al sur del país con la economía de la costa Este de Estados Unidos, en donde México debe enfocar su crecimiento para los próximos 30 años.
Para sacar el máximo provecho al nearshoring también se requiere de una transformación energética y tecnológica.
“Mientras no tengamos logística y energía, no vamos a lograr la integración de cadenas productivas”, advirtió el también ex subsecretario de Negociaciones Comerciales Internacionales en la Secretaría de Economía.
Por su parte, Rosario Marín, ex tesorera de Estados Unidos, dijo que si bien México está posicionado para aprovechar las oportunidades del nearshoring en términos de salarios, costos de productos básicos y tasas impositivas, aún enfrenta problemas con el acceso a mano de obra calificada, regulación ambiental, calidad de la infraestructura y derechos de propiedad intelectual.
“Si no tenemos la adecuada infraestructura energética todas esas inversiones van a ser negativamente impactadas, y esto sigue siendo un factor limitante potencial clave”, enfatizó.
Marín indicó que también hay retos en agua, carreteras y en capacitación laboral.
“Estas son inversiones que los gobiernos tienen que hacer para en realidad agarrar la oportunidad de ´tomar el toro por los cuernos´, (ya que si no) todo ese potencial no se va a lograr”, abundó.
En el evento, Adrián Otero, director general de Scotiabank México, comentó que han identificado 15 estados que ya han recabado parte de la inversión que está llegando al país por este fenómeno y que Nuevo León se ha llevado el 50 por ciento de esos recursos.
Indicó que tienen identificados 110 proyectos que pueden representar una inversión de 42 millones de dólares, y esto puede representar un incremento en las exportaciones del país entre 70 y 200 millones de dólares.
“México tiene la oportunidad de largo plazo con el nearshoring y la necesidad en el corto plazo de incrementar la participación en el mercado de EU para poder soportar meses o años de dificultades económicas que están por venir”, señaló De La Calle.