Durante el primer semestre del 2023, el número de tomas clandestinas de hidrocarburos en Nuevo León (NL) registró una tendencia al alza, al reportar un incremento de 30.8 por ciento en el número de hechos ilícitos y, de paso, alcanzar los niveles más altos de los últimos años.
De acuerdo con un análisis realizado por Monitor Energético (ME), con cifras del Observatorio Ciudadano IGAVIM basadas en datos proporcionados por Pemex Logística, al cierre de junio pasado se reportaron 238 tomas clandestinas en la entidad, contra 182 detectadas en el mismo periodo de 2022.
Ello implicó que cada 18 horas se detectó una perforación en los ductos que transportan hidrocarburos en la entidad norteña durante el periodo de enero a junio pasados, contra cada 24 horas registrados en el mismo periodo de 2022.
“Desafortunadamente, el delito en esta Entidad registra una tendencia al alza en los últimos años, luego de haber reportado un mínimo de 63 tomas detectadas en la primera mitad de 2020, influenciadas por el aislamiento de la población ante la pandemia por el Covid-19, pero ahora ya rebasa por mucho el nivel prepandemia”, apunta José Ángel Vela, director de ME.
Vela destacó que el avance de NL en el escalafón delictivo nacional ha sido vertiginoso.
En 2019 se ubicó en el sitio 13 del País y en este año subió hasta el lugar 6 solo detrás de las entidades donde tradicionalmente se registra este delito como son Hidalgo, Jalisco, Estado de México, Tamaulipas y Guanajuato.
Cadereyta fue el municipio neolonés con la mayor cantidad de tomas clandestinas en el primer semestre del año con 56, seguido de Santa Catarina y Montemorelos, con 34 y 22 incidentes, respectivamente.
“Estos tres municipios se ubicaron en los sitios 33, 61 y 64 en el escalafón nacional.
“Ocho municipios de NL figuraron dentro de los primeros 100 con el mayor número de tomas clandestinas al cierre de junio pasado, además de los referidos se ubicaron Los Ramones, García, Pesquería, Apodaca y China”.