El sólido crecimiento que está registrando el mercado inmobiliario industrial en México, al reportar una sólida demanda de espacios debido al nearshoring, podría verse afectado por las elecciones presidenciales que se llevarán a cabo el próximo año en México y Estados Unidos, al impactar el ritmo de relocalización, señaló Fitch Ratings.
Dijo que ante la llegada de nuevas empresas al país, las empresas de real estate se están moviendo para adquirir y desarrollar nuevas propiedades industriales para capitalizar los sólidos fundamentos del mercado inmobiliario industrial de México, que incluye tasas de ocupación excepcionalmente altas de casi el 98 por ciento, según la Asociación Mexicana de Parques Industriales.
“Varios emisores calificados por Fitch han aumentado sus planes de gasto de capital y ampliado sus inversiones en espacio industrial para aprovechar la alta demanda de almacenamiento, fabricación y otras infraestructuras industriales por parte de las corporaciones multinacionales”, detalló.
Comentó que el arrendamiento especulativo es un riesgo para los mercados inmobiliarios comerciales con fundamentos inusualmente sólidos, incluidas vacantes insosteniblemente bajas; sin embargo, hasta ahora, cree que la enorme demanda de bienes raíces industriales en México está respaldada por fundamentos económicos, incluido el impulso del nearshoring.
“Aun así, una posible desaceleración económica de Estados Unidos y los próximos procesos electorales tanto en México como en este país podrían tener un impacto en el ritmo de la nearshoring”, resaltó.
“Esperamos que los actores del sector ajusten proactivamente sus planes de inversión a medida que cambien las condiciones económicas para mantener indicadores crediticios saludables, incluidos activos no gravados adecuadamente conservadores y apalancamiento de deuda neta/Ebitda”, agregó.
Además, dijo que los retos del sector para cubrir la demanda de espacios son la inseguridad, la falta de infraestructura y un marco regulatorio inconsistente.
“La falta de infraestructura adecuada, las preocupaciones de seguridad y el marco regulatorio inconsistente son desafíos que enfrentará el sector inmobiliario en su objetivo de satisfacer la demanda de espacio industrial”, dijo la calificadora.
“El costo de abordar algunos de estos riesgos puede aumentar los requisitos de inversión y ejercer cierta presión sobre la rentabilidad y las tasas de capitalización. Esto puede verse exacerbado por mayores tasas de interés, costos de construcción y precios de la tierra, pero también mitigado por un aumento de los precios de renta”, agregó.
Fitch dijo que la tendencia actual de nearshoring podría ser positiva para el sector inmobiliario comercial (CRE) de México al respaldar fuertes tasas de ocupación y crecimiento de rentas y conducir a un crecimiento descomunal de la cartera, incluso a través del desarrollo.
“Ante esta situación, las empresas necesitarán equilibrar el crecimiento con el mantenimiento de métricas crediticias saludables y acordes con las calificaciones actuales, en el contexto de un debilitamiento de las condiciones económicas y el crecimiento global”, indicó.
Destacó que México será uno de los principales beneficiarios de la nueva dinámica de la cadena de suministro global, en gran medida debido a su proximidad a Estados Unidos y al acuerdo comercial T-MEC.
“La inversión extranjera directa (IED) aumentó un 48 por ciento interanual en el primer trimestre del año a 18.6 mil millones de dólares, y el gobierno mexicano ha identificado 48 mil millones de dólares de inversión privada, de los cuales se esperan 30 mil millones de dólares en 2023″, explicó.