Debido a su vocación manufacturera, a la existencia de instituciones educativas de alto prestigio y por la correcta integración de pequeñas y medianas empresas a las cadenas globales de valor, entre otros factores, y aún con retos, Nuevo León (NL) puede elevar su participación en la captación de Inversión Extrajera Directa (IED) que llega al país motivada por el nearshoring.
“Yo si me atrevería a pensar que el flujo de inversión se va a estar dando, a lo mejor no va a crecer mucho más, pero pensaría 60 o 70 por ciento de la inversión eventualmente se estará dando en Nuevo León por este proceso de relocalización de centros de producción”, dijo Osmar Zavaleta Vázquez, decano asociado de Investigación de la Escuela de Negocios y EGADE Business School del Tecnológico de Monterrey.
En diversas ocasiones se ha señalado que NL ha captado el 50 por ciento de la inversión extrajera que por el nearshoring ha venido al país.
Zavaleta estimó que la inversión extranjera y nacional relacionada al nearshoring podría continuar dándose todavía en los siguientes 4 a 5 años.
El lunes, en reunión con el gobernador Samuel García, Ken Salazar, embajador de Estados Unidos en México, afirmó que NL se está convirtiendo en uno de los líderes del nearshoring en el país ante la llegada de grandes inversiones y con el nuevo Puerto Colombia.
Por su parte, el mandatario estatal indicó que el 60 por ciento de la inversión extranjera que llega a la entidad proviene de Estados Unidos.
“Y como no todo es miel sobre hojuelas, el nearshoring trae retos, entre ellos, el abasto eléctrico, esencialmente con la renovación de la infraestructura de transmisión y distribución”, señaló el investigador del EGADE.
Dijo que la generación distribuida en las plantas productivas es una opción viable para enfrentar el reto de un mayor suministro de energía eléctrica cuando los flujos de inversión empiecen a tomar velocidad.
Y eso, junto con un programa del gobierno federal que permita la instalación de paneles solares en los techos de las casas de manera masiva, haría que la CFE reorientara el suministro, abundó Zavaleta.
En otro punto, confió en que el flujo de inversión extrajera directa no se vea frenado ante el posible déficit de naves industriales, ya que la construcción de éstas se está dando, aunque no se sabe si es al ritmo adecuado.
“Si el ritmo de la atracción de la inversión fuera considerablemente más rápido al proceso de habilitación de nuevas naves industriales, creo que si tendríamos ahí un problema de estancamiento, probablemente se podría alentar el flujo de inversión, pero al día de hoy no está ocurriendo de manera tan acelerado”, señaló.
Zavaleta junto con otros 22 profesores elaboraron un documento que posteriormente se hará un libro, sobre los efectos y oportunidades que México enfrenta ante el nearshoring, lo cual comentarán en un evento a realizarse la semana entrante en las instalaciones de EGADE.