Luego de convertirse en campeón mundial de ajedrez, Garry Kasparov recibió una carta de admiración y un disquete con un juego llamado Hopper, de Frederic Friedel, un aficionado al ajedrez y autor de textos científicos que vivía en Hamburgo, Alemania.
Meses después, Garry participó en un torneo en Hamburgo y pudo conocer a Frederic, a su esposa y a sus dos hijos, Martin de diez años y Tommy de tres. Durante la plática, el campeón mundial presumió que era el mejor jugador de Hopper de Bakú, omitiendo la total inexistencia de competidores. Cuando Frederic preguntó sobre su puntuación máxima, Garry orgullosamente respondió que 16,000, pero nadie se sorprendió por su récord.
– Impresionante – dijo Frederic –, pero en esta casa no es una puntuación muy alta –.
Un sorprendido Garry sólo atinó a comentar que Martin era un genio de los videojuegos, sin embargo, se sorprendió aún más cuando le Informaron que quien poseía el récord era el pequeño Tommy.
Garry, como invitado, fue el primero en jugar y consiguió llegar a los 19,000 puntos, pero cuando llegó el turno de Tommy, sus deditos no tardaron en llegar a los 20,000 puntos y luego a los 30,000. El campeón de ajedrez se percató de que su causa era claramente una causa perdida.
Sin embargo, dicha paliza le dejó una lección: ¿Cómo iba a competir contra una generación de genios educados con todas las herramientas tecnológicas? Así que se volvió uno de los primeros ajedrecistas que utilizaron la tecnología a su favor, así como uno de sus principales promotores a nivel mundial y ese adecuado uso de la tecnología se convirtió en una ventaja competitiva que le permitió ser el número uno mundial por 20 años.
Esta anécdota me parece reveladora para hablar de negocios y tecnología, especialmente de Inteligencia Artificial. Vivimos en una época de grandes avances tecnológicos, en donde la Inteligencia Artificial está presente en nuestra cotidianidad a través de asistentes inteligentes, predicción de tráfico, servicios de venta, segmentación de correo, reconocimiento de imagen, publicidad, entre otros. Eso nos obliga a mantenernos al día en nuestra profesión o negocio, so pena de quedarnos a la zaga de nuestros competidores y perder valiosas oportunidades.
¿Qué es la Inteligencia Artificial?, dejemos que ChatGPT, la IA de moda, sea quien la defina:
“La Inteligencia Artificial es la capacidad de los sistemas informáticos para realizar tareas que normalmente requerirían de la inteligencia humana, como el aprendizaje, la resolución de problemas, el reconocimiento de patrones y la toma de decisiones”.
A pesar de que la Inteligencia Artificial no pueda innovar, crear u opinar, es una herramienta valiosa para predecir, clasificar, entender o generar, y es aquí donde las profesiones y los negocios deben de evitar temerle al avance tecnológico y comenzar a utilizarla, como en su día lo hizo el campeón mundial de ajedrez.
Cuando aparecieron las primeras hojas de cálculo en la década de los 80, desaparecieron la mitad de los auxiliares de contabilidad y de auditoría, sin embargo, los puestos de gerentes y analistas financieros aumentaron en un 30%, lo que nos demuestra que serán los puestos más aburridos los que tenderán a desaparecer y los más interesantes los que crecerán exponencialmente.
Pero ¿cómo utilizar la Inteligencia Artificial a nuestro favor?
– Datos, datos, datos. ¡No puedo hacer ladrillos sin arcilla! –, exclamó Sherlock Holmes en El misterio de Copper Beeches, y son grandes cantidades de datos de calidad lo que necesitamos para que la Inteligencia Artificial sea nuestra aliada, así que lo primero que debemos tener es data de calidad que nos permita generar información confiable, así que una política de buenas prácticas para el almacenamiento y la generación de datos será indispensable.
También necesitamos un alto nivel de madurez analítica que permita responder a las preguntas: ¿qué pasó?, ¿por qué pasó?, ¿qué pasará?, y ¿cómo hacer qué pase?, todo esto se logrará a través de los especialistas, las aplicaciones y las herramientas correctas.
Finalmente, necesitamos desarrollar las siguientes habilidades, ya que serán fundamentales para utilizar de manera correcta la Inteligencia Artificial:
- Capacidad de adaptación, el pensamiento flexible es importante para aprender y responder favorablemente al cambio constante, salir de nuestra zona de confort y desenvolverse con soltura en situaciones inesperadas.
- Pensamiento lógico, ya que mejora la capacidad de solucionar problemas, formulando hipótesis y estableciendo predicciones.
- Habilidades analíticas, estás nos llevan a un nivel superior: nos ayudan a detectar patrones, generar ideas, observar, interpretar datos, integrar nueva información, teorizar y tomar decisiones basadas en todos estos factores.
- Conocimientos en matemáticas y estadística, puesto que juegan un rol de gran importancia en ciencia, ingeniería, finanzas y ciencias sociales.
- Especialización, aunque es imprescindible contar con una amplia cultura general, debemos especializarnos en pocas áreas, pues el conocimiento cada día es mayor.
- Trabajo en equipo, ya que para lograr los objetivos se deben conjuntar equipos multidisciplinarios.
- Habilidades de comunicación, no solamente para poder expresarnos y ser entendidos correctamente con otras personas, sino también para ser capaces de diseñar las instrucciones (prompts) correctas para que la IA puedan darnos lo que estamos buscando con precisión.
- Debemos pasar de una cultura de cumplimiento a una cultura de propósito, esto es ir más allá de lo que nos corresponde creando metas de alto valor.
Una nueva era tecnológica ha iniciado y ya vamos tarde para adoptar la inteligencia artificial en nuestras profesiones y negocios, ¿qué estamos esperando para hacerlo?
El autor es Presidente de la Comisión de Tecnología del ICPNL.