A partir de noviembre del año pasado hemos sido testigos de la democratización en el uso de la inteligencia artificial en todas las industrias que nos rodean.
Sin lugar a duda, dos de las industrias que mayor impacto positivo recibirán por su uso generalizado son la industria de la salud y la financiera y es de esta última de la que me permitiré ocuparme en esta ocasión.
La inteligencia se ha definido de muchas maneras, incluyendo: la capacidad de lógica, comprensión, autoconciencia, aprendizaje, conocimiento emocional, razonamiento, planificación, creatividad, pensamiento crítico y resolución de problemas; en términos más generales, se puede describir como la capacidad de percibir o inferir información, y retenerla como conocimiento para aplicarlo a comportamientos adaptativos dentro de un entorno o contexto.
Los profesionales de las ciencias de la vida y de la salud con seguridad pueden ofrecernos una mejor opinión de si la inteligencia artificial es o no una verdadera inteligencia, pero quienes no lo somos podemos partir para nuestra discusión haciendo una diferenciación entre inteligencia artificial y el aprendizaje automatizado (machine learning).
La inteligencia artificial es la práctica de hacer que las máquinas mimeticen a la inteligencia humana para desempeñar tareas. El aprendizaje automatizado es un tipo de inteligencia artificial en el que los profesionales desarrollan modelos que pueden “aprender” de patrones de datos sin la administración humana.
La inteligencia artificial está revolucionando la forma en que las instituciones financieras operan, administran el riesgo y sirven a sus clientes.
Algunos usos que tendrá en la industria financiera son 1) algoritmos de aprendizaje automatizado que se adaptan a condiciones de mercado para maximizar rendimientos y minimizar riesgos; 2) evaluación y administración de riegos, incluyendo datos del mercado, calificaciones de riesgo crediticio y conducta del consumidor, para detectar anomalías y predecir los riesgos potenciales 3) detección de fraudes a través del análisis de patrones de conducta; 4) servicio a clientes, a través de chatbots y asistentes virtuales que responden dudas y ejecutan algunas tareas financieras con lo que se reducen costos operativos y se personalizan servicios; 5) evaluación de las aplicaciones de crédito con datos históricos; 6) administración de portafolios de inversiones, con lo que las estrategias de inversión se optimizan y se convierten en accesibles a un mayor número de inversionistas, además de algoritmos de comercialización de instrumentos con alta frecuencia, en donde tomar decisiones y ejecutar rápidamente son críticos para capitalizar las fluctuaciones de mercado en el corto plazo; 7)en el campo de la regulación financiera, la inteligencia artificial permite el cumplimiento al automatizar el análisis de datos, elaboración de reportes y reduce los costos asociados a los errores de cumplimiento.
La inteligencia artificial continua su evolución en el sector financiero, ofreciendo oportunidades de eficiencia, administración de riesgos y compromiso con el cliente, sin embargo, presenta retos relacionados a la privacidad y sesgo de los datos además de consideraciones éticas que necesitan ser atendidos a medida que la tecnología avanza.
En relación a las personas que colaboran en instituciones financieras emerge un reto para las organizaciones, que consiste en desarrollar habilidades y competencias entre los colaboradores para aprovechar el uso de estas tecnologías emergentes para tomar mejores decisiones y hacer que los recursos monetarios generen rendimientos muy altos e invertir dichos recursos en la mejora de la calidad de vida de la sociedad, proteger a la naturaleza y retornarle al planeta los recursos que hemos extraído, para mejora de nuestra generación y protegiendo a las generaciones que vendrán después de nosotros.
La Universidad de Monterrey organiza el XI Encuentro de Liderazgo Empresarial “Liderando personas en la era de la Inteligencia Artificial”, el cual se llevará a cabo el próximo 31 de octubre y contará con la participación del Dr. Erik Brynjolfsson, experto en la aplicación de la inteligencia artificial a la planeación estratégica y director del Digital Economy Lab de Stanford University; el Dr. Anthony Klotz, experto en desarrollo organizacional y profesor de University College London. Adicionalmente se presentarán tres casos de éxito en el liderazgo de personas por empresas que están utilizando tecnologías digitales de vanguardia.
La autora es Profesora del Departamento de Contabilidad, Economía y Finanzas de la UDEM. Por 30 años ha colaborado en Instituciones de Educación Superior y los últimos dos años en la Universidad de Monterrey. Es especialista en Finanzas Corporativas y Sistemas de Gestión.