La empresa de Dubái, Levare International Limited, inició la producción de bombas eléctricas sumergibles, motores de imanes permanentes y sistemas de bombas horizontales, en la planta que construyó en el municipio de El Carmen, Nuevo León, mediante una inversión de mil 500 millones de pesos.
Dichas bombas son para suministrar al sector petrolero y toda la producción de la nueva instalación se destinará a la exportación, para atender los mercados de Canadá, Estados Unidos, Colombia, China, Omán, Kuwait, Eslovaquia, Serbia, Egipto y Arabia Saudita.
Para 2024, la empresa estima aumentar su plantilla para llegar a 200 trabajadores de 140 con los que está comenzado la planta de 14 mil metros cuadrados.
Asimismo, la fabricación, ensamblaje y exportación de 350 a 600 equipos por mes en 2024, se dará en un entorno que ocupará mano de obra y expertise de las ingenierías industrial, civil y mecánica, así como de arquitectura, contaduría y administración.
Con la producción que se logre en la nueva planta de 14 mil metros cuadrados, Levare estaría generando ventas anuales de hasta 20 millones de dólares.
Pete Miller, director ejecutivo de Levare, afirmó que esta nueva instalación permite a la empresa tener una cadena de suministro internacional segura e independiente, capaz de respaldar el sector del petróleo y gas, y al mismo tiempo, expandirse al sector geotérmico verde, así como a los mercados minero y municipal.
“Nuestra evolución hasta convertirnos en un líder mundial en ingeniería, fabricación, ventas y servicio de levantamiento artificial se atribuye a siete décadas de valentía, determinación y una mentalidad con visión de futuro, que nos ha transformado de un simple proveedor de bombas a un proveedor multifacético de soluciones de levantamiento artificial para el mercado mundial, mercado energético y más allá”, resaltó Miller.
La empresa consideró que estaría en posición para hacer una futura inversión de alrededor de 150 millones de dólares.
Cabe destacar que se trata de la primera planta de esta compañía no solo en el estado, sino en el país, y la cual contó con la asesoría de la arquitecta mexicana Bianca Estefanía López Dávila en el estudio de factibilidad, tanto de espacios como de oportunidad de negocio.