Monterrey

Marco Pérez Valtier: Déficit público 2024, ¿impacto de una sola vez?

¿Cómo puede el INEGI manipular el crecimiento real del PIB?

De conformidad con las proyecciones de la Secretaría de Hacienda, para el próximo año, el déficit financiero del sector público federal alcanzaría el equivalente al 5.4% del PIB nominal (sobreestimado) que ellos mismos calculan para 2024, sin embargo, solicitan al Congreso les autorice contratar más deuda pública por un monto superior a los $2.54 billones de pesos, equivalentes al 7.3% del PIB, es decir, solicitan $655 mil millones de pesos adicionales a los requeridos para sufragar el exceso de gasto sobre ingresos propios, sin que este dinero tenga un destino de gasto definido ni aprobado por los Diputados federales, situación irregular que viola las disposiciones legales en materia presupuestaria de gasto público.

Me sigue llamando la atención que los analistas especializados en finanzas públicas, no hayan tocado esta irregularidad en sus análisis y notas, y cuando tocan el tema del excesivo déficit para 2024, invariablemente se refieren al 5.4% del PIB, y no al 7.3% que solicitan como deuda adicional, para sufragar el sobregiro en el gasto público federal, y si un 5.4% ya lo califican de excesivo y peligroso, un 7.3% lo es más.

A este respecto, los voceros de la Secretaría han declarado que el déficit, si bien es elevado, no debe representar mayor preocupación, ya que su impacto en las finanzas públicas será de “una sola vez”, y que posteriormente se debe iniciar una política de gasto que reduzca paulatinamente este elevado nivel de déficit financiero.

Sin embargo, esta simplista e irreal explicación, no tiene el más mínimo margen de validez, ya que tan solo el mayor pago anual de intereses que van a generar $2.54 billones de pesos, a la tasa promedio de los cetes, (ya que casi la totalidad de esta nueva deuda se colocará en pesos) será superior a los $270 mil millones de pesos al año, que equivalen a casi un punto porcentual del PIB, por lo que obviamente, aquí NO HAY un impacto de una sola vez, sino un impacto negativo PERMANENTE.

Ahora, si se considera que no solo este nuevo aumento en deuda habrá de presionar el pago de intereses, sino todo el saldo adeudado, junto con el creciente pago de las pensiones contributivas, así como de la pensión universal que ha seguido aumentando, y los subsidios que ahora requieren las incosteables obras insignia de esta administración, como el Aeropuerto Felipe Ángeles, que ocupa más de $1,200 millones de pesos al año de subsidio federal para operar, y los $3,000 millones que se estiman habrá de ocupar el tren maya, cuya operación se prevé también deficitaria, esto sin considerar que la refinería Olmeca acrecentará las pérdidas de Pemex en refinación, el panorama luce sumamente complicado para que prospere un recorte al gasto.

De tal suerte, se le estará dejando a la siguiente administración unas finanzas públicas comprometidas y con casi nulo margen de maniobra, habiendo agotado hasta la última gota de ingresos potenciales, que harán muy difícil la reducción del déficit.

Regresando a mi afirmación de que el PIB nominal utilizado por la Secretaría de Hacienda está sobre estimado, punto que ya he tocado en notas anteriores, es una situación que la propia evidencia de las finanzas públicas revela, en particular, si acudimos a la recaudación del IVA en lo que va de este año.

En efecto, con cifras oficiales al mes de Agosto, según se consigna en los reportes mensuales que la SHCP proporciona al Congreso, la recaudación del IVA acumulada de enero a agosto de este año, por $836.6 mmp, es incluso inferior en términos nominales a la obtenida el año pasado, de $860.3 mmp, y considerando el aumento en precios, la caída real es del 8.4%, cuando según el INEGI, la economía está creciendo a una tasa superior al 3% real.

Esta caída en recaudación, el gobierno la ha tratado de explicar por el efecto del tipo de cambio en las importaciones, pero ya se ha contra argumentado, que esto solo reduce el pago del IVA en el primer eslabón de la cadena, no en el total, por lo que es inválido el argumento.

Ahora bien, si consideramos que casi el 80% del PIB es CONSUMO, público y privado, lo lógico y esperable, es que si la economía está creciendo por arriba del 3% real, el consumo esté aumentando, y consecuentemente, la recaudación del IVA, pero no, la recaudación está cayendo a una estrepitosa tasa del 8.4% en términos reales, lo que pone de manifiesto que el crecimiento real del PIB que reporta el INEGI, no puede ser cierto.

¿Cómo puede el INEGI manipular el crecimiento real del PIB?

Esto lo hace a través de utilizar un deflactor del PIB inferior al real, y de hecho muy inferior al crecimiento en el índice de precios al mayoreo o al productor, ya que el año pasado, mientras los precios al mayoreo los reporta el INEGI creciendo a una tasa superior al 9%, aplica un deflactor del 7% para calcular el crecimiento real del PIB.

Y de nuevo, los analistas económicos parecen no darse cuenta de esto, cuando la evidencia está disponible para todos.

Marco Pérez

Marco Pérez

Economista especialista en finanzas públicas, Socio Director de Econometría Aplicada SC, Conferencista y Catedrático a nivel doctorado.

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