Durante la pandemia, la interacción social a distancia se convirtió en el medio de acercamiento más seguro. El aprendizaje en el uso de los recursos tecnológicos para la comunicación tuvo un impacto positivo en el sector salud, ya que la telemedicina significó una forma efectiva de proporcionar atención médica a distancia.
Según el Harvard Health Publishing la telemedicina se define como la prestación de servicios de atención médica a distancia mediante el uso de la tecnología que implica, desde la realización de consultas médicas a través de un dispositivo electrónico como la computadora, hasta el monitoreo a distancia de los signos vitales de los pacientes.
España ha sido un caso destacado en la consolidación de la teleconsulta como parte integral de su sistema de atención médica. Alrededor del 62% de la población española la utiliza, seguido por Canadá con un 56% y Reino Unido con un 54%.
De acuerdo con Statista (2023), en México la atención a través de la telemedicina pasó de 1.04 millones de consultas médicas en línea en 2018 a 2.88 millones en 2023. Las regiones del país que más uso dieron a este recurso son: centro sur con un 28% y noreste con un 23%. Con relación a la opinión pública, el 76% de la población encuestada manifestó que es igual de buena que las consultas en persona. Además, el 50% de los encuestados señaló que confía en la telemedicina.
Por otro lado, las especialidades que, con más frecuencia, se han atendido a través de la telemedicina en México son: medicina interna, con un 46.8%, y psiquiatría, con un 30.3%. Por su parte, la American Medical Association determinó que la concordancia entre los diagnósticos a distancia y los presenciales es de 86.9% en medicina general, 96% en psiquiatría y 77% en otorrinolaringología.
Dados los resultados del alcance de la telemedicina y que los servicios de salud, en algunas regiones del país, están rebasados por la demanda del servicio médico, su implementación puede ser una valiosa alternativa.
La Organización Mundial de la Salud establece como cobertura universal de salud una cantidad mínima de 2.5 camas por cada 1000 habitantes. Según datos recientes publicados por el INEGI, en el Área Metropolitana de Monterrey (AMM) la cobertura de servicios hospitalarios privados es de 12.9 camas por cada 1000 habitantes, mientras que para hospitales públicos la relación es de 1.4 camas por cada 1000 habitantes.
Lo anterior da evidencia de la inequidad existente, dada la limitada capacidad para brindar servicios de salud al segmento de la población más numeroso y de menor poder adquisitivo. Ante este contexto, es importante mencionar que en Nuevo León habitan 5,784,442 personas.
Horacio Martínez, director del Instituto para la Protección ambiental, estima que para el año 2030 el estado contará con 7.1 millones de habitantes, de los cuales 6.8 millones estarán concentrados en el AMM. Lo anterior se convertirá en una presión, aún mayor, a la ya rebasada oferta de servicios médicos para la población.
Además de los problemas derivados de la sobrepoblación, la OMS señala que la deficiente calidad del aire, como la que actualmente prevalece en el AMM, incrementa el riesgo de enfermedades cardiacas y respiratorias, incluido el cáncer de pulmón. Por su parte, la escasez del agua potable en Nuevo León, según el Boletín Epidemiológico de la Dirección General de Epidemiología, en 2022 provocó un incremento del 19.41% en enfermedades infecciosas intestinales respecto al año anterior.
En síntesis, los datos apuntan a que el crecimiento poblacional y la permanencia en las condiciones ambientales adversas, que son detonantes de enfermedades gastrointestinales y respiratorias, producirán un incremento en la demanda de servicios médicos aumentando aún más la demanda de los servicios de salud pública en el AMM.
Como se ha mencionado en este artículo, la telemedicina puede ser una alternativa para mitigar el problema de sobredemanda a los centros de salud en el AMM, es un hecho que para lograr su correcta implementación se deberán atender algunos desafíos, como la necesidad de mejorar la infraestructura tecnológica, sobre todo en ciertos municipios del estado, la capacitación a los usuarios, así como la difusión de las ventajas y beneficios de esta forma de interactuar con los profesionales de la salud. Aunque esto demandará una importante inversión financiera, la accesibilidad y asequibilidad a los servicios médicos justificará tal inversión por su impacto social.
De acuerdo con los resultados de una encuesta publicada en El Financiero (https://www.elfinanciero.com.mx/empresas/2021/12/31/el-63-de-los-mexicanos-ve-viable-la-telemedicina/) el 63% de los mexicanos ve viable a la telemedicina como una opción para atender las brechas en el sistema de salud por lo que, los autores de este artículo, consideramos conveniente capitalizar la buena percepción que tiene la población sobre los beneficios que esta modalidad de ofrecer servicios de salud tendría en la sociedad.
Participaron en la elaboración de este artículo: Jesús Mesta, Enrique Quiroga y Aldo Fabián Rodríguez estudiantes de la Concentración Analítica para negocios: De los datos a las decisiones, que ofrece la Escuela de Negocios del Tecnológico de Monterrey. Gabriela Monforte es profesora de la concentración.