El principal informe económico de la ONU, publicado el viernes antepasado, presenta una perspectiva económica sombría para este año.
Las tasas de interés persistentemente altas, una mayor escalada de los conflictos regionales y los crecientes desastres climáticos plantean desafíos importantes y estructurales para el crecimiento global.
Se prevé que el crecimiento económico mundial se desacelerará del 2.7 por ciento en 2023 al 2.4 por ciento en 2024, con una tendencia inferior a la tasa de crecimiento prepandémica del 3 por ciento. Son todavía muestras de una cierta estabilidad, aunque en ligera deceleración para el 2024, después de que el desempeño económico mundial superó las expectativas en 2023.
El comercio internacional se debilitó al 0.6 por ciento en 2023 y se proyecta que se recupere con un crecimiento de 2 por ciento en 2024.
Se espera que el crecimiento en varias economías desarrolladas grandes, especialmente Estados Unidos, se desacelere ligeramente en 2024 debido a las altas tasas de interés, la desaceleración del gasto de los consumidores y el debilitamiento de los mercados laborales. Las perspectivas de crecimiento a corto plazo para muchos países en desarrollo, particularmente en Asia y América Latina, también se están limitando debido a condiciones financieras más estrictas y un espacio fiscal cada vez más reducido.
La buena noticia es que México se ha consolidado como el principal socio comercial de Estados Unidos. De enero a octubre de 2023, el 15.5 por ciento de las importaciones estadounidenses fueron provenientes de México, desplazando a China al segundo lugar con un 13.9 por ciento. México sigue siendo un país bastante noble para hacer negocio.
La mala noticia en realidad es que a México le faltan más empresas y proyectos nuevos de valor agregado, porque muchas empresas extranjeras y chinas están usando a tierra y gente mexicana con fuertes inversiones para su producción y distribución hacia el mercado estadounidense.
En este sentido, el dinamismo de la economía estadounidense ha sido un factor fundamental para potenciar el crecimiento y la inversión en México. Texas va bien y si bien la economía tejana será cíclicamente más lenta en 2024, seguirá creciendo sustancialmente más rápido que la economía nacional.
Es probable que la economía del estado de la estrella solitaria gane impulso en la segunda mitad de 2024, a medida que la inflación se desacelere a una tasa más normal, la Reserva Federal reduzca las tasas de interés y la migración hacia el interior se vuelva a acelerar.México cerró el año pasado con un PIB nacional del 3.2 por ciento y Nuevo León con el 3.4 por ciento.
Este 2024, se vivirá una histórica batalla electoral, ya que el país elige no solamente la presidencia, sino que votará más de 19 mil cargos públicos. Recientemente, instituciones financieras y organismos internacionales han mejorado sus perspectivas de crecimiento para México en 2024.
La expectativa es que el país crezca aproximadamente 2.5 por ciento. De observar que se retome y mantenga la tendencia descendente de la inflación, podríamos esperar que durante el año el Banco de México comience el ciclo de reducciones de la tasa de interés. Sin duda, esto podría significar un estímulo adicional a la inversión y al consumo.
México tiene las condiciones para ser resiliente gracias a una economía interna dinámica y un mayor aprovechamiento del fenómeno del Nearshoring. Aunque hemos visto cifras altas de Inversión Extranjera Directa, estas se refieren también a reinversiones de empresas extranjeras ya establecidas en el país. Ante el contexto de relocalización de cadenas productivas, aún hay un mayor potencial por atraer nuevas empresas.
Para aprovechar el apetito por relocalizar las cadenas de suministro necesitamos incidir en los elementos que inversionistas y empresas señalan que son los principales obstáculos: el Estado de Derecho y la inseguridad. Hay retos para Nearshoring y hay dos cosas que impactan la actividad económica: la política monetaria y las tasas de interés.
Aun con estos retos, en mi opinión, hacer negocio en México en el 2024 sigue siendo noble, comparándose con otros países. Lo importante es lograr una mayor competitividad y mejores condiciones laborales en las empresas mexicanas.