Recordamos que la economía de Texas es la octava economía más grande del mundo, valorada en más de 2.4 billones de dólares. Texas continúa liderando la nación en un resurgimiento económico y sigue siendo una de las economías más fuertes y diversas de Estados Unidos.
Formando el poderoso “Texas Triangle” entre Dallas - Fort Worth - Airlington, Greater Houston, San Antonio y Austin - Round Rock, el dinamismo económico y las recientes relocalizaciones de empresas líderes hicieron que Texas encabeza la mayor concentración de las potencias corporativas Fortune 500, con un total de 55 compañías.
El gobernador Greg Abbott lo declara así: “Con nuestra fuerza laboral sólida y un clima empresarial acogedor, Texas es donde las empresas y las personas encuentran la libertad y las oportunidades para prosperar”.
Después de Nueva York, el área metropolitana de Houston (Greater Houston) se posiciona como la segunda ciudad más grande de los “Headquarters Fortune 500″ en la nación, con un notable total de 25 gigantes corporativos. Siguiendo de cerca a Houston, el área metropolitana de Dallas - Fort Worth - Arlington asegura la tercera posición con 24 sedes. Hewlett-Packard, NRG Energy y Caterpillar son las empresas más recientes en la lista de relocalizarse hacia Texas.
Tesla, Oracle, Dell, Whole Foods, National Instruments y Freescale Semiconductor son solo algunas de las empresas con sede corporativa en el área metropolitana de Austin. Además, en Austin están los “regional headquaters” de Amazon y la semana pasada se anunció que IBM alquiló un nuevo laboratorio de 50.000 pies cuadrados en el parque tecnológico “Parmer”. Como instituto de investigación y desarrollo de clase mundial, la Universidad de Texas es la fuerza promotora de este parque.
Texas es un “benchmark” y lo confirma la revista “Site Selection”. Ellos otorgan desde 1978 anualmente la “Copa del mejor Gobernador”, reconociendo al Estado con mejor desempeño del país en entorno empresarial, reubicaciones y expansiones de empresas creadoras de empleos, más otros rubros que miden proyectos nuevos y “tax climate”.
Texas ha ganado 19 veces esta copa y en los últimos 11 años de forma consecutiva. En este sentido, es verdad que Texas “toma el toro por los cuernos”. Si bien la economía tejana será cíclicamente más lenta en 2024, seguirá creciendo sustancialmente más rápido que la economía nacional. Las recientes inversiones en el sector de la salud, en los aeropuertos de Dallas (DFW) y Houston (IAH), y en la fabricación de semiconductores muestran señales de desarrollo.
Además, Texas agregó la mayor cantidad de empleos en la nación durante los últimos 12 meses, agregando 369,600 empleos de diciembre de 2022 a diciembre de 2023, creciendo a una tasa anual del 2.7 por ciento, por encima de la tasa de crecimiento de la nación en su conjunto del 1.7 por ciento.
La tasa de desempleo de Texas continúa manteniéndose estable en 4 por ciento y se añadieron 19,100 empleos no agrícolas en diciembre. Es deseable que la economía del estado de la estrella solitaria gane impulso en la segunda mitad de 2024, a medida que la inflación se desacelere a una tasa más normal, la Reserva Federal reduzca las tasas de interés y la migración hacia el interior se vuelva a acelerar.
Aun así, la economía de Texas sigue sintiendo los efectos de la alta inflación y el aumento del costo de la vivienda, en especial en Austin. Hay noticias del segmento de los startups tecnológicos que empiezan a optar por abandonar la capital debido al creciente costo de vida, la dificultad de financiamiento de sus proyectos y el costo del talento.
Google y Meta han sido también más cautelosos en aumentar su capacidad instalada en Austin y parece que como en el caso del unicornio del comercio electrónico “Cart” que mudó su sede de Austin a Houston, las empresas evalúan de trasladarse a nivel estatal.
Entonces, si bien se pronostica que a la economía de Texas le irá mucho más estable este año que a sus pares estatales, el Estado no es inmune a los efectos de los altibajos previstos en los mercados laborales, la competitividad global por el mejor talento, las tensiones geopolíticas y enfrentando un año electoral.
Como lo he mencionado en muchos foros, para conquistar las industrias del futuro con talento capaz el estado de Texas tiene la necesidad y gran oportunidad de integrarse aún más y mejor con México. Este año toca ir de nuevo al festival SXSW en Austin del 8 al 16 de marzo.
El evento “South by Southwest” del 2023 ha tenido un impacto económico local a la par de los años anteriores a la pandemia de Covid-19, generando 380 millones de dólares en actividad económica, un aumento de 100 millones de dólares con respecto a la edición de 2022 y casi 25 millones de dólares más que el impacto registrado en 2019.
Los temas clave para el evento 2024 incluyen la ciberseguridad, Web3, el futuro de las grandes tecnologías como Inteligencia Artificial y el surgimiento de Austin como un actor global importante en este espacio.
Otro evento que acaba de anunciar su fecha para este año es el YTexas Summit 2024 de mi amigo Ed Curtis. La cumbre YTexas será el 1 de octubre en el estadio de los Dallas Cowboys, con el lema de construir un Texas más fuerte y conectado.
En mi opinión, la democratización de oportunidades y del desarrollo económico depende de nosotros. Seamos agentes de cambio. Las conversaciones y conexiones correctas cambian el futuro para bien.
Seamos parte de un mejor futuro, potenciando el talento y las ideas. La idea principal es lograr una mayor competitividad regional con bienestar económico, que a la vez debe ser equilibrado en términos medioambientales.
Texas, sin duda, es un ejemplo donde la “libre” empresa y los valores morales aún marcan la pauta para avanzar en pasos grandes. Las empresas y las personas continúan desarrollándose de la mejor forma en el lugar donde se puede gozar del mejor capital humano, de infraestructura de clase mundial y de incentivos correctos.