Monterrey

Hiram Peón: Tu destino profesional, y espiritual, está en tus manos

Y tu vida, ¿ya sabes cuál es tu propósito?

Mucho se ha escrito sobre las áreas de la vida por las que el ser humano transita. También se ha dicho que, de alguna manera, al observar las conductas que asumimos, podemos ver en retrospectiva cuál ha sido nuestro propósito.

Responder íntimamente a la pregunta ¿Cuál es mi propósito en la vida? Es quizá una de las tareas que nos puede llevar años, si no es que toda una vida.

Sin embargo, encontrar esta respuesta, que es distinta para cada quién, quizá tenga que ver con la manera como transitamos por las distintas áreas de la vida.

Las áreas de la vida pueden ser muchas, para algunas personas, o pueden ser solo algunas, si te enfocas.

Como en la pirámide de Maslow estos temas vitales van de lo primario hasta lo trascendente.

Salud, crecimiento, familia y espiritualidad. Estas cuatro las engloban, a la manera de una columna vertebral. Observar como vivimos cada uno de estos ámbitos podría darnos claridad en el momento de identificar nuestro propósito en la vida.

La Salud se encuentra en el ámbito primario. Siempre he creído que, si tenemos salud, podemos con todo lo demás. Entonces la manera como abordemos nuestra propia salud habla mucho, por ejemplo, de la cantidad de afecto que estamos dispuestos a proporcionarnos a nosotros mismos.

Y si estás pensando en la manera personal cómo atiendes una gripa, tengo que decirte que te estás quedando muy corto.

La salud implica, además de la salud física la salud mental, la salud emocional, la higiene y la belleza, la actividad física y la alimentación, manejo del estrés, sueño saludable, tiempo de estar contigo mismo, diversión y alegría. Como dicen los ingenieros expertos en productividad, un “enfoque de 360 grados”.

Solamente la parte de la salud emocional involucra tu habilidad para reconocerEsta emoción es mía, yo la hice!), entender (lo que siento se originó por esto), comprender (lo que siento es temporal y no es algo que me lastime) y gestionar sus emociones (debo respirar profundamente y aceptar que no hay una intención personal, por lo que puedo seguir con mi vida sin problemas).

¿Tienes la piel tan sensible, que te ves afectado emocionalmente si alguien levanta la voz, aunque sea dos decibeles? Eso habla de tu resiliencia y de tu capacidad para gestionar tus relaciones.

Aspectos clave de la salud emocional incluyen la inteligencia emocional (la que explica magistralmente Daniel Goleman), el bienestar emocional, las relaciones emocionales, la resiliencia emocional, el autoconocimiento y la expresión emocional. Todo tiene que ver con la salud, tu salud.

Otra de las áreas de la vida es la del Crecimiento, tu crecimiento personal, económico, social y profesional.

Engloba aspectos relacionados con la elección de carrera y el desarrollo personal, el empleo y la profesión, equilibrio de trabajo y vida social, satisfacción y reconocimiento laboral, compensación y creación de oportunidades.

Es tan delicado este tema, que tu bienestar personal, puede estar relacionado con tu habilidad y madures para obtener grandes dosis de satisfacción de tu trabajo y de lo que haces para vivir, así como tu atención, fortaleza y voluntad, para tomar todas las oportunidades que se presenten. Estamos hablando de crear tu propio progreso profesional.

Tu crecimiento profesional, personal y social, está en tus manos. No depende de la gerencia, ni del dueño, ni de tu jefe. Mucho menos de AMLO ni de nuestro patético gobernador. Depende de ti.

Si crees que tu progreso depende de tu jefe, tienes que leer más. Date una vuelta por Gandhi y escoja un par de libros, los que sean, no importa. Solo tienes que leer más. Como dice Sylvester Stallone, “Necesitas ver más bax”. En pocas palabras, necesitas hacerte responsable de tu propia vida.

Otro tema de la vida, que es crucial para saber dónde estamos parados, es La Familia. La familia extendida que incluye a los padres, pero principalmente la familia nuclear que solo se integra con la pareja y los hijos.

Este ámbito aborda la conexión emocional, el apoyo mutuo y la interacción entre los miembros de la familia.

Además de la parte correspondiente al papel de proveedor, que desde el siglo pasado se convirtió en una tarea compartida, está la parte de la educación y ejemplo que les damos a los hijos, y que, junto con las tareas del hogar, son algo que ahora se comparte de manera equilibrada.

Pero ahí no se terminan los ámbitos de actuación. Está también la capacidad, de ambos, de la pareja, para resolver de manera creativa los desacuerdos. Se trata de ser constructivos y encontrar la mejor solución, la que se ajuste mejor a todos los miembros de la familia.

Hay muchos lugares emocionales en donde se fortalece o se destruye la familia. Un tiempo de calidad compartida ayuda a crear, su ausencia destruye.

Al mismo tiempo se necesita espacio, independencia, para crecer y crear. Se trata de reconocer la individualidad y fortalecer el respeto por el espacio personal.

La pareja, en particular, requiere compartir valores como confianza, lealtad y exclusividad. Todos estos elementos fortalecen el amor y la intimidad. No es fácil abordar el tema de la intimidad en la pareja, sin confianza y sin una comunicación honesta. Es una tarea obligada de la que ambos son responsables.

Finalmente, y no menos importante, es La Espiritualidad. Es un área de la vida que se olvida fácilmente. No basta comer, vestir, educarse, trabajar y ganar y gastar mucho dinero. Esto resulta ser lo menos importante de lo más importante.

No hay manera de transitar las áreas de la vida, ni vivir en familia, ni progresar en una carrera, ni ser exitoso en lo que emprendas, si no eres una persona espiritualmente sana.

Tiene que ver con una filosofía de vida y con esa conexión con lo trascendente. Se puede dar de manera individual, en familia, en una congregación o en un círculo de amigos.

Se puede dar con la práctica de cosas tan simples como agradecer los alimentos, pedir las cosas con humildad y de manera educada, con buenas maneras.

Tiene que ver con servir a los demás cada vez que se pueda. También con la meditación y la reflexión profunda de las cosas internas, de la existencia del ser humano.

No hay final para un tema como este. Se puede seguir y seguir abordando todas las maneras con que un ser humano puede crecer espiritualmente. Como dice Rosita, “todo va para Roma”, o sea, todo sirve.

Entonces, transitar estos temas y observar nuestra conducta, fortalezas y debilidades, ayuda a encontrarnos, ayuda a identificar, poco a poco, cual es nuestro propósito en la vida. Continuaremos.

No perdamos la esperanza, ni la fe, hasta la próxima.

Contacto: hirampeon@gmail.com

Hiram Peón

Hiram Peón

Politólogo de la Universidad Autónoma de Chihuahua con Maestría en Administración de Negocios del Tecnológico de Monterrey. Consultor de negocios y estrategias de comunicación.

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