Monterrey

Javier Orozco: Pa’l Norte, marca un nuevo ritmo en la economía y los negocios

Según una encuesta de Harris Poll y Eventbrite Inc., 78 por ciento de los millennials prefiere pagar por una experiencia antes que por un bien material.

Amiga y amigo lector, este fin de semana pasado tuve la gran oportunidad de asistir al festival de música “Pa’l Norte” que se celebra año con año aquí en la ciudad de Monterrey.

Yo aun con ese sentimiento medio de “chavorruco” me animé asistir para entender la dinámica del propio festival y todo lo que rodea al evento. Lo que puedo resumir es que el Pa’l Norte va más allá de la música si no es un gran generador económico del estado.

Y es que no me haya dado cuenta antes, para los que me conocen saben de mi gran amor por la música y por las finanzas, y para mí cada año que se realiza este evento crece y crece más. También la semana pasada tuve la oportunidad de ser entrevistado por Billboard, quienes hicieron cobertura del evento y pues hice la tarea de investigar algunos datos que amarraran lo que un servidor percibía para dar más peso a la importancia del evento.

Con cada entrada vendida, Pa’l Norte compone una sinfonía económica que resuena más allá de sus escenarios, con visitantes que llenan hoteles, abarrotan restaurantes y buscan recuerdos que les hagan revivir la experiencia una y otra vez.

La Secretaría de Turismo de Nuevo León sintoniza sus cifras y anticipó una gran derrama económica: alrededor de 598 millones de pesos de manera directa e indirecta. En contexto y para una perspectiva más amplia, México percibió 40 millones de dólares por concepto de patrocinio y por la venta de boletos alcanzó 230 millones de dólares aproximadamente

El festival Pa’l Norte es un fenómeno que va más allá de lo musical, no se limita solo a eso; convoca una demanda de servicios como alojamiento, donde Airbnb y hoteles locales reportan incrementos notables en ingresos.

De acuerdo con un estudio realizado por Despegar, festivales como Pa’l Norte genera un incremento de alrededor del más 173 por ciento en la búsqueda de hospedajes en Monterrey. También otros reportes mencionan que solo por el rubro de renta de espacios compartidos para alojamiento (Airbnb por ejemplo) se generaron 13 millones de pesos.

Todo lo anterior no sería posible por la convivencia de las generaciones que asisten al festival: la generación millennial, centennial y, por qué no decirlo, la generación T.

Las nuevas generaciones muestran un cambio notable en sus hábitos de consumo cultural y de entretenimiento, priorizando las experiencias en vivo como festivales de música. Este interés va más allá de la mera asistencia; se trata de una búsqueda de conexión y vivencias compartidas que reflejan un sentido de comunidad y pertenencia.

Según una encuesta de Harris Poll y Eventbrite Inc., 78 por ciento de los millennials prefiere pagar por una experiencia antes que por un bien material. En viajes y entretenimiento, los Millennials destinan 27 por ciento de sus gastos a este sector.

En más datos, la CONDUSEF realizó una serie de preguntas a 100 jóvenes de entre 21 a 34 años sobre eventos musicales donde el 38 por ciento asiste a festivales, el 41 por ciento asiste a un concierto de su artista favorito, un 18 por ciento a conciertos gratuitos en la ciudad y solo un 3 por ciento a ninguno.

El 41 por ciento de los encuestados asiste solo a un festival o concierto al año y un 46 por ciento de dos a tres eventos. Otro dato super interesante es el tema del consumo cuando van a un evento entre bebidas y comida. El 30% declara que entre 300 a 500 pesos, 32 por ciento entre 500 y 800 pesos.

Los datos recabados por las diversas plataformas y encuestas reflejan no solo la viabilidad económica de estos eventos sino también su rol insustituible en tejer el tejido social de nuestras comunidades.

Aprovechando el espacio agradezco enormemente a mis estudiantes que de manera voluntaria alzaron la mano para aplicar una breve encuesta para medir los hábitos financieros y de consumo durante el evento.

Lo mismo para mis amigos Christian Reich, Raúl Pazzi y Adrián Navarro que anduvimos en el evento aplicando encuestas, sin olvidar a Juan Pablo Corcuera de Technicolor Fabrics que sin él no hubiéramos tenido acceso al festival. Sin duda, este tipo de eventos se han convertido en una parte indispensable de nuestra cultura y economía. ¿Tú qué opinas?

COLUMNAS ANTERIORES

Abre Alaska Airlines vuelo Monterrey-Los Angeles
José Rodríguez: Planeemos y trabajemos en el futuro hídrico de NL

Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad de quien firma esta columna de opinión y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.