Mucho se ha escrito de los beneficios esperados por la llegada de inversiones a México y América Latina, en particular al estado de Nuevo León, por el fenómeno del nearshoring.
Sin embargo, esta expectativa no es congruente con lo que recientes reportes del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional (FMI) pronostican para la región.
Al parecer, los países de América Latina no están capitalizando la oportunidad del nearshoring, pues según el FMI la expectativa de crecimiento es del 2% para este año, por debajo de lo que creció el 2023, con Brasil creciendo sólo 2.2% y México 2.4%.
Según ambas instituciones, América Latina crecerá menos que el promedio de las economías emergentes en 2024 y 2025.
Las razones para esta situación pueden ser muchas, pero valdría la pena revisar lo comentado por el Jefe de Misión Adjunto de la Embajada de Estados Unidos en México, Mark C. Johnson, durante su participación en la 53° Asamblea Anual de la American Chamber, en Monterrey.
El diplomático puntualizó ocho factores de desarrollo que las empresas estadounidenses esperan de México para tomar la decisión de instalarse en el país, lo que constituye en sí misma una agenda mínima para cualquier estado o país.
Estos 8 factores de desarrollo son:
1. Energía renovable.
2. Infraestructura para distribuir eficientemente la energía
3. Una frontera segura para facilitar el intercambio comercial bilateral
4. Certidumbre legal y un marco regulatorio predecible
5. Claridad en los impuestos
6. Incentivos a la inversión competitivos en relación a los que ofrecen otras economías en el mundo
7. Agua
8. Seguridad
Lo que piden no es algo que no requieran las empresas y la población mexicana en general para crecer, desarrollarse y generar beneficios compartidos.
Podríamos discutir el orden de estos factores y poner tal vez seguridad y agua junto con energía, pero sin duda puede ser la base para un plan de gobierno para la Presidencia de la República. Se vale soñar.