Cuando la generación millennial entró al mercado laboral, enfrentó un fuerte estigma. Los motivos fueron variopintos, pero podemos apuntar, como los más relevantes, dos: nacieron en una era digital, y les tocó compartir el ambiente de trabajo con otras generaciones (silenciosa, boomers y la generación X).
Nacer en la era digital les otorgó una voz única. El surgimiento de redes sociales coincidió con su entrada al mundo laboral, brindándoles una plataforma para expresarse como nunca antes. A través de medios como MySpace, Facebook, YouTube y Twitter, pudieron compartir sus experiencias y perspectivas sobre el trabajo.
No en vano, aunque probablemente no dirigido a esta generación en particular, Umberto Eco criticó en 2015 que “las redes sociales le dan el derecho de hablar a legiones de idiotas que primero hablaban sólo en el bar después de un vaso de vino, sin dañar a la comunidad. Ellos eran silenciados rápidamente y ahora tienen el mismo derecho a hablar que un premio Nobel. Es la invasión de los idiotas”
A generaciones que crecieron a partir de la certeza que dan las ‘cosas’ (las cosas existen mientras sean tangibles), como Eco, quien perteneció a la generación silenciosa (nacidos entre 1925 y 1945) interactuar con personas que ven el mundo más como un ‘acceso’ o un ‘estado’ que como cosas concretas, no les fue sencillo adaptarse (por cierto, no dejes de leer a Byung-Chul Han en su libro No-Cosas).
Los millennials, que explotaron un mundo hiperconectado y virtual, fueron a sus generaciones laborales predecesoras, como lo fueron a los ciudadanos europeos los primeros conquistadores del continente americano: los portadores de un mundo desconocido, inexplorado e intimidante.
Pero eso fue hace poco más de diez años. La generación silenciosa ya se ha jubilado y hoy los millennials, quienes ya pagan hipotecas, colegiaturas y tratan de llegar a puestos de dirección, se han amalgamado con los boomers y la generación X. Hoy al mundo laboral están ingresando los centennials o generación Z.
Y aunque cada generación tiene su propia historia simplificada (sesgo de sobregeneralización), en el caso de los centennials la percepción es que los teléfonos inteligentes los han sumido en la infelicidad y los condenarán a una vida más oscura que la de sus predecesores.
Pero al parecer, esto no es así. A nivel mundial (incluyendo países como Yakarta, Mumbai o Nairobi) esta generación es más rica, más sana y más educada que sus predecesoras; y quienes tienen teléfonos inteligentes están mejor conectados e informados, y de acuerdo a la ONU, los jóvenes de esta generación que viven en países emergentes ven el futuro con gran optimismo (The Economist, abril, 2024).
A nivel laboral las cosas también pintan muy optimistas. La fuerte demanda de trabajos, impulsada por el ralentizamiento del crecimiento de la población mundial, lo cual ya hemos abordado en este espacio, les está otorgando buenas oportunidades laborales. Esto se ha reflejado en una baja tasa de desempleo y aumentos salariales a un ritmo mucho más rápido que los de los trabajadores mayores.
El impacto de esta generación en el empleo ha sido positivo y bien recibido. Están cursando más carreras relacionadas con ciencia, ingeniería y medicina; tienen fuertes competencias de negociación (y al igual que sus jefes, lo saben); un importante compromiso con causas sociales y ambientales, y no tienen reparo en tomarse las cosas con calma y disfrutar de la vida.
Y por cierto, las generaciones más grandes, como los boomers o nosotros la generación X, estamos agradecidos del incremento de los salarios y de los beneficios no económicos (emoji de cara feliz).
Epílogo.— #VotarEsDeChingones, es una iniciativa ciudadana que inició la fotógrafa regiomontana Laura Garza en el año de 2021 con el objetivo de incentivar a las y los mexicanos a salir a ejercer su voto. La campaña promueve un voto informado y activo, enfocado en necesidades como salud, seguridad y derechos humanos, reforzando el valor de ser ciudadanos comprometidos.
Por otro lado, organismos empresariales y de la sociedad civil de Nuevo León, firmaron un pronunciamiento para fomentar el voto el 2 de junio. Más de mil empresas facilitarán a sus empleados acudir a las urnas con horarios escalonados y promociones. La intención es que un 60 % de la población del estado acuda a las urnas y ejerza su derecho al voto.
Este 2 de junio, todos a votar.
El autor es Doctor en Filosofía, fundador de Human Leader, Socio-Director de Think Talent, y Profesor de Cátedra del ITESM.
Contacto: rogelio.segovia@thinktalent.mx