Monterrey

Lissely Ancira: Inversión en infraestructura eléctrica y energías limpias

Un binomio para el futuro de México.

La próxima administración federal de México tiene ante sí un desafío impostergable: impulsar la inversión en infraestructura eléctrica y la implementación de energías limpias. Un sistema eléctrico moderno, confiable, eficiente y sostenible es indispensable para el desarrollo económico, social y ambiental del país.

Un sistema eléctrico deficiente y dependiente de combustibles fósiles no solo frena el crecimiento, sino que también pone en riesgo la salud del planeta. La falta de capacidad y la obsolescencia de la infraestructura actual provocan apagones, obstaculizan la creación de nuevas empresas, limitan el acceso a la energía para las comunidades más vulnerables y, lo que es más grave, generan emisiones contaminantes que contribuyen al cambio climático.

Invertir en infraestructura eléctrica y energías limpias es invertir en un futuro próspero y sostenible para México. Un sistema eléctrico robusto y alimentado por fuentes renovables permitirá:

  • Detonar el crecimiento económico: Facilitará la instalación de nuevas industrias, la creación de empleos verdes y el desarrollo de sectores estratégicos como el automotriz y la manufactura.
  • Atraer inversión extranjera: Las empresas buscan cada vez más países con matrices energéticas limpias y confiables para invertir.
  • Mejorar la calidad de vida: Garantizará el acceso a energía limpia y asequible para todos los mexicanos, especialmente en las zonas rurales y marginadas.
  • Combatir el cambio climático: Reducirá significativamente las emisiones de gases de efecto invernadero, mitigando los efectos del calentamiento global y protegiendo el medio ambiente para las generaciones futuras.

La próxima administración tiene la oportunidad de hacer un cambio histórico. Debe establecer un marco regulatorio claro, estable y atractivo para los inversionistas nacionales e internacionales en proyectos de infraestructura eléctrica y energías limpias. También debe promover la colaboración entre el sector público y privado para desarrollar y financiar estos proyectos de manera eficiente y transparente.

Los proyectos de infraestructura eléctrica y energías limpias son inversiones a largo plazo que generan beneficios tangibles para toda la sociedad. La próxima administración debe tener la visión, el compromiso y la responsabilidad de tomar medidas audaces para modernizar el sistema eléctrico del país, impulsar la transición hacia una matriz energética limpia y sostenible, y asegurar un futuro próspero para todas las personas que habitan México.

En definitiva, la activación de la inversión en infraestructura eléctrica y la implementación de energías limpias no es solo una opción, sino una necesidad imperiosa para el desarrollo sostenible de México. La próxima administración tiene la histórica responsabilidad de liderar esta transformación hacia un futuro más limpio, próspero y equitativo para todos.

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