En días pasados, a una buena cantidad de contribuyentes, les llegaron correos electrónicos provenientes del Servicio de Administración Tributaria (SAT), en donde les indicaban que se tenían diferencias en el valor de los actos o actividades gravados manifestados en las declaraciones de IVA, contra el importe reportado por sus clientes en la Declaración Informativa de Operaciones con Terceros (DIOT).
Evidentemente es un acto de molestia para el gobernado, para muchos, un exceso por parte de las autoridades fiscales al aceptar como válida la información de terceros e indicar que la nuestra tiene inconsistencias, ¿Acaso el SAT ya generó revisiones a nuestros clientes y confirmó que la información vertida por ellos es correcta?
Ahora bien, amigo empresario, realmente ¿El dilema es que lleguen correos invitación como ‘barajitas’ o que la autoridad se base en información de terceros, considerándola valida, para fiscalizar?, ¿Cuál es el problema de fondo?, ¿Qué medidas se están tomando para evitar este tipo de situaciones?
El enigma al que nos enfrentamos tiene que ver con la calidad de la información que se proporciona al ente fiscalizador y también con la debilidad de cumplir correctamente las obligaciones fiscales.
En una situación normal sería que, si recibo el ingreso en un mes, lo declaro en el mismo como cobrado y mi cliente a su vez lo reporta como pagado en el mismo periodo, hasta aquí todo bien; sin embargo, se pueden presentar varios matices que hacen perder la llamada simetría fiscal, por mencionar algunos:
- Al momento de emitir el CFDI, ¿Se emitió con el método de pago correcto?: Pago en Una sola Exhibición (PUE) o Pago en Parcialidades o Diferido (PPD), conocer bien cuando aplica uno u otro y los reglas a cumplir, nos librará de varios dolores de cabeza.
- ¿Se realizó en tiempo y forma el complemento de pago?
- También puede ser que la percepción de pago sea diferente, por ejemplo, si el cliente paga con cheque o transferencia a final de mes, para él ya está cubierta la deuda y siente el derecho a acreditarse el IVA de esa operación, no obstante, en la cuenta bancaria del contribuyente revisado, se refleja efectivamente al mes siguiente, entonces lo declara en ese periodo.
- Simplemente, hay quien declara de manera incorrecta: con intención o por desconocimiento.
La verdad es que cada contribuyente reporta a su leal saber y entender de las cosas, ¿Existe una preocupación real de hacer las cosas de manera correcta?, es evidente que hay un mal manejo en la generación del CFDI y eso es lo que provoca seguir recibiendo correos o mensajes en el Buzón Tributario invitando a aclarar inconsistencias.
Para resolver estos problemas a fondo sugerimos entre otras medidas, las que se mencionan a continuación:
Conocer la normatividad fiscal aplicable (leyes, reglamento, miscelánea), solo de esta forma enteraremos nuestras obligaciones y la forma de cumplirlas. Recordemos que el desconocimiento de la norma no exime de su cumplimiento.
La capacitación continua, propia y de los colaboradores, con la finalidad de estar actualizados, informados y comprender la importancia de la información que se reporta.
Vencer la debilidad de cumplir incorrectamente, mucha de las veces no se da la importancia debida a la elaboración y recepción del CFDI, nos sentimos tranquilos solo con el hecho de tenerlo y que los campos de este tengan un dato, pero debe existir el compromiso de que lo capturado coincida con la realidad. Se es débil al justificar nuestras acciones con argumentos del tipo: ‘la responsabilidad es de otro’, ‘la operación productiva nos absorbe’ o ‘enviemos así la información, después lo corregimos’. Debemos evitar la pereza y la procrastinación, venenos para el crecimiento y la productividad.
En necesario trabajar con mucho empeño de tal forma que se vuelva cotidiano. Debe existir un compromiso que fluya desde arriba a todas las áreas de la organización, porque desde hace tiempo el cumplimiento fiscal es algo que compete a toda la organización no solo área de contabilidad.
El Noreste del país se distingue por tener diferentes y excelentes capacitadoras donde las empresas pueden enviar a sus colaboradores, una buena opción es acercarse al Instituto de Contadores Públicos de Nuevo León, A.C (ICPNL), donde se podrá participar en una serie de cursos y conferencias impartidas por especialistas en estos temas, o bien, consulta a un contador público que esté afiliado al ICPNL, con la certeza que cuenta con una capacitación continua y te auxiliará a presentar correctamente tus obligaciones fiscales.
El autor es Vicepresidente de Actividades Fiscales, del ICPNL.
Contacto: fperez@perezacosta.mx