Mucha incertidumbre y críticas genera la propuesta de desaparición de la Comisión Reguladora de Energía (CRE) y de la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH) en México.
Es claro que la iniciativa afecta la competencia en el sector, y que, de consumarse la desaparición de dichos organismos representará un retroceso con altos costos para todos. Pero, ¿Será el final para nuestras empresas si desaparecen?
Hace más de 30 años incursioné en el sector petrolíferos justo cuando la Secretaría de Energía era la máxima autoridad y veo que hoy, en la práctica lo sigue siendo a pesar de la aparición de los reguladores.
Aunque la CRE es un organismo descentralizado, y con “autonomía”, en la práctica sigue bajo la dirección de la Sener, que es la dependencia que le asigna el presupuesto, y que es la que marca el rumbo mediante nuevas disposiciones y formulando decretos.
Y prueba de ello, de su falta de autonomía, lo hemos padecido a lo largo de esta Administración en la que se han cancelado permisos, se imponen un sinfín de trabas para la expedición de nuevas licencias y prevalece la lentitud en los trámites impactando a todos los privados interesados.
De concretarse esta iniciativa, nos tocará trabajar de nuevo con la Sener y hacer todo lo que esté a nuestro alcance para seguir trabajando por nuestros clientes, empleados y por un México mejor.
Reiteramos nuestro compromiso de seguir trabajando con las nuevas autoridades que tendrá la Sener, a quienes les deseamos el mayor de los éxitos.