Monterrey

Vicente González: La generosidad como un desarrollo personal y un hábito de vida

“La generosidad es el único egoísmo legítimo.” – Mario Benedetti.

A lo largo de la historia, la generosidad ha sido fundamental en la construcción de las relaciones humanas, moldeando el mundo en que vivimos.

La relación entre generosidad y felicidad es innegable al impactar positivamente la vida de otros, nuestra sensación de bienestar se incrementa induciéndonos a un estado emocional positivo y mejorando nuestra salud.

Un estudio de la Universidad de Michigan en 2003 revela que la generosidad favorece nuestra salud mental y física, permitiéndonos vivir más y con mejor calidad de vida.

El hábito de dar y compartir sin esperar nada a cambio es, indudablemente, el activo intangible más valioso del ser humano, por lo que debe mantenerse en constante ejercicio.

La generosidad puede manifestarse en cualquier acción cotidiana; ser empáticos y amables con quienes interactuamos diariamente es un claro ejemplo.

La generosidad no solo beneficia a quien la recibe; diversos estudios psicológicos han identificado varias consecuencias positivas para quienes la practican habitualmente, entre ellas:

Fomenta las relaciones positivas; Los generosos reportan relaciones más satisfactorias y duraderas, fortaleciendo los lazos sociales y emocionales.

Reduce el estrés y ansiedad; La generosidad reduce los niveles de cortisol, actuando como un remedio natural contra el estrés. Además, los actos generosos aumentan la liberación de oxitocina y dopamina, generando mayor felicidad.

Mejora el bienestar mental; Practicar la generosidad reduce la probabilidad de desarrollar depresión y mejora la resiliencia emocional, fortaleciendo nuestra salud mental.

Cultivar la generosidad diariamente es esencial, aquí algunos consejos para ponerla en práctica: Aprovecha la oportunidad de dar algo valioso para ti; Haz y da de corazón; Reconoce a los demás y motívalos y Recuerda que siempre habrá quien necesite tu ayuda.

Así como en Nuevo León, nos hemos distinguido por ser pioneros nacionales en temas como la innovación, la industrialización y la educación, también lo podemos ser en aspectos fundamentales en el desarrollo de la persona como lo es el derecho a la felicidad.

El autor, Vicente González Lutteroth, conocido como “Chente González”, es abogado con estudios de doctorado en materias fiscal, penal y de derechos humanos. Actualmente es titular de su despacho jurídico, emprendedor social y activista en bienestar.

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