Monterrey

Rogelio Segovia: Legado y Sucesión del CEO

En mi columna anterior (“Fuego amigo”, 06 de agosto de 2024), discutimos cómo la promoción a un puesto directivo, especialmente al de director general o CEO, es un motivo de orgullo, aunque también implica retos y desafíos significativos.

En ese contexto, mencionamos el caso de Laxman Narasimhan, CEO de Starbucks desde 2023, quien enfrenta una pequeña turbulencia en su aún joven gestión, al recibir críticas internas y externas por una segunda caída trimestral consecutiva en las ventas.

Uno de los principales críticos de Narasimhan ha sido Howard Schultz, su carismático antecesor, quien públicamente declaró que, aunque él no es un mesías, “la empresa no ha actuado como creo que debería haberlo hecho”, argumentando que él aún conocía el funcionamiento interno de Starbucks “mejor que nadie”.

¿Debería esta ser la actitud de un ex-CEO? ¿Cuál debería ser el papel que un director saliente asuma? Generalmente, el consejo de administración de una empresa, como parte de su proceso de sucesión, aspira a una transición suave, sin dramas, y que posicione a la organización para el éxito futuro.

Según McKinsey, los CEO deberían saber que una transición efectiva a su sucesor definirá su legado y consolidará la solidez de lo que han construido. Incluso comparan esta etapa con una carrera de relevos de 4x100 metros: cuando los relevos se realizan de forma bien sincronizada, los tiempos totales suelen ser dos o tres segundos más rápidos que la suma de los mejores tiempos de los corredores individuales. Un mal traspaso puede arruinar toda la estrategia y el entrenamiento del equipo.

Lo mismo ocurre cuando un director general exitoso deja el timón de la empresa a su sucesor. Si nunca ha hecho una transición de este tipo, la experiencia puede ser abrumadora y causar daños a la empresa. Según Jim Owens, ex-CEO de Caterpillar, “al final, la parte más difícil del papel de CEO es dejarlo”.

El objetivo del traspaso de la estafeta en la dirección de una empresa, insiste McKinsey, es garantizar que la siguiente persona tenga un buen comienzo y esté bien posicionada para desempeñarse aún mejor después de asumir el puesto. Sin embargo, la revista Harvard Business Review (HBR) apunta que se suelen descuidar las emociones del director saliente, ya que el puesto es menos un trabajo y más una identidad que lo abarca todo.

Según un estudio de HBR, cuando el CEO saliente participa activamente junto al consejo de administración en la selección de su sucesor y mantiene una perspectiva positiva sobre el proceso, la transición suele ser más exitosa, medida en términos de la permanencia del sucesor en el cargo y la estabilidad del equipo directivo.

Al igual que en un cargo de elección pública, como presidente de un país o gobernador de un estado, la pérdida de relevancia, poder, atención y admiración que conlleva el trabajo suele ser sumamente compleja, y por eso las personas tienden a aferrarse a su puesto.

Harry Truman, expresidente estadounidense, dijo poco después de dejar el cargo: «Hace dos horas podría haber dicho cinco palabras y haber sido citado en todas las capitales del mundo. Ahora podría hablar durante dos horas y a nadie le importaría”.

Al final, la transición de la dirección general de una empresa también es un proceso que el saliente debe planificar y prever con bastante anticipación, tal como lo haría con los planes estratégicos de la empresa a mediano y largo plazo. Esta es la única forma de garantizar su legado y el éxito de la organización. De lo contrario, podría terminar haciendo declaraciones desafortunadas a la prensa, como las de Howard Schultz respecto a su sucesor en Starbucks.

Epílogo.— Hace poco menos de un mes, exploramos en este espacio la cuestión sobre la edad ideal para que un líder se retire (Líderes: ¿Cuándo Retirarse?, 16 de julio de 2024). Abordamos el tema desde diversas perspectivas, pero sin llegar a una conclusión definitiva, pues esta es una decisión compleja y sin respuestas absolutas.

Bueno, la semana pasada, Richard Dawkins, biólogo evolutivo y divulgador científico reconocido por su obra ‘El gen egoísta’ (1976) y creador del término ‘meme’, anunció su última gira de conferencias, citando la importancia de ‘retirarse mientras aún estés en la cima’. Dawkins, quien reveló tener 83 años en su video de despedida, admitió que los viajes se han vuelto cada vez más agotadores, y expresó que “la máxima ‘retírate en la cima’ ha cobrado recientemente un nuevo significado. Preveo que esta será mi última gira por América: mi canto del cisne, mi golpe final”

El autor es Doctor en Filosofía, fundador de Human Leader, Socio-Director de Think Talent, y Profesor de Cátedra del ITESM.

Contacto: rogelio.segovia@thinktalent.mx

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