A lo largo de la historia han sucedido diversas “revoluciones industriales” que han venido a cambiar la forma de vivir, de trabajar, de producir y comerciar artículos, etc., y en cada una de ellas ha habido temor de la mayor parte de la población preguntándose ¿podrá sobrevivir mi empresa o podré conservar mi empleo o trabajo derivado de este gran cambio? La respuesta es sí, siempre y cuando te adaptes a dicho cambio y hayas sacado el mejor provecho de él.
Las 4 revoluciones industriales que ha habido en los últimos 260 años son las siguientes:
1. Primera revolución industrial: Carbón en 1765.
2. Segunda revolución industrial: Gas en 1860.
3. Tercera revolución industrial: Electrónica y nuclear en 1969.
4. Cuarta revolución industrial: Internet y energías renovables en el 2000.
Ahora estamos viviendo una mutación de la cuarta revolución industrial, la Inteligencia Artificial, siendo más específico la Inteligencia Artificial Generativa (GenAI, por sus siglas en inglés) la cual es un tipo de IA utilizada para generar nuevo contenido en forma de texto escrito, audio, imágenes o videos que ha hecho pensar que mucha gente perdería sus empleos al ser fácilmente sustituidos por una aplicación de internet; pero a diferencia de lo esperado, las tendencias de desempleo no han ido en aumento, sino todo lo contrario, han disminuido.
Esto debido a que la GenAI ha derivado en la generación de empleos que antes no existían y algunos que al día de hoy no existen.
Entre los empleos que se han desarrollado gracias a la GenIA están: Entrenadores de IA, Analistas de datos, Trabajadores de la salud asistidos por IA, Ingenieros en IA, Desarrolladores de IA, Artistas de 3D, Consejeros de acondicionamiento físico, Asesores de ética en materia de IA. Muchos de estos empleos pueden sonar similares a los que existían hace muchos años, pero en realidad son totalmente distintos, ya que se encuentran adaptados a la nueva realidad que vivimos y que viviremos en los próximos años.
Aquí se encuentra la parte medular que va a marcar un antes y un después en nuestros trabajos y empresas o negocios, la adaptabilidad a este nuevo cambio en la forma de trabajar que viviremos.
Los trabajadores actuales y futuros ante este destino no necesariamente deben convertirse en expertos en programación, sino comprender como la IA potencia y complementa sus actividades diarias, y a la vez, ante la naturaleza de toda programación, entender como la IA posee inevitables restricciones en su funcionamiento. Los trabajadores y líderes deberán reorientar sus habilidades para poder emplear con pericia las variadas herramientas de las IA existentes sin necesidad de ser desarrolladores de ellas.
La capacitación que demos a nuestros empleados o que como empleados recibamos será fundamental para contar con las habilidades básicas en este nuevo mundo empresarial y de trabajo. Además de capacitar al talento e identificar el “cómo funciona y para qué sirve” que la evolución tecnológica vaya demandando, es necesario entender a fondo las tecnologías que se basan en sistemas de aprendizaje, con la finalidad de que proporcionen los mejores resultados posibles.
Los retos que nos enfrentamos con la IA son muy grandes, pero si logramos dominarlos y vencerlos las oportunidades que ofrece pueden ser exponenciales si nos adaptamos de una manera adecuada dentro de nuestro entorno laboral.
Tenemos que ver que la IA causará desempleo y mayor demanda de trabajadores de manera simultánea, en la medida que se requieran cambiar las habilidades laborales del equipo de trabajo. Esta crisis que se vive se intensificará en los próximos años afectará tanto a trabajadores como empresarios, ya que todos requieren modificar sus habilidades de interacción con la IA. En lo que nos adaptamos a este cambio de paradigma empresarial y laboral, sucederán “pruebas y errores” propios de este cambio forzoso que se debe enfrentar.
¿Qué es lo que cada uno de nosotros puede realizar entonces para garantizar los empleos?: Impulsados por la propia curiosidad, la clave estratégica estará en seguir creciendo, aprendiendo, descubriendo y empleando toda herramienta tecnológica o no, para seguir impulsando la mejora de los procesos que actualmente están en nuestro entorno laboral. Eso implica aprender de sistemas, aprender liderazgo, aprender de habilidades blandas, educarse en comprender los cambios de tendencias, crear redes de personas con perspectivas diferentes a las nuestras, integrarse con clientes, proveedores, empleados, en redes digitales comunitarias, saber ser disruptivo sin perder la orientación que brinda la IA como soporte de cada iniciativa personal, empresarial y social. Mantenerse en la frontera de conocimiento empujando por ir más allá de lo conocido.
No lo veamos como una amenaza, sino como un gran adelanto que nos ayudará a ser mejores, facilitar y enriquecer nuestro trabajo.
Para más información sobre el tema, puedes acceder a la página del Instituto de Contadores Públicos de Nuevo León, A.C www.icpnl.org.mx.
El autor es Titular de la Comisión Representativa ante Autoridades Fiscales del ICPNL.
Contacto: ezambrano@bhrmx.com