El ciclo electoral en Estados Unidos añade volatilidad a los mercados. Si Donald Trump gana las elecciones, se espera un aumento de los aranceles a las importaciones mexicanas, especialmente en sectores clave como el automotriz y agrícola.
Trump ha señalado que usaría estos aranceles como una herramienta para negociar acuerdos comerciales con China, lo que impactaría indirectamente a México y sus cadenas de suministro (Investing.com, 2024).
Por otro lado, una presidencia de Kamala Harris podría traer un enfoque más ecológico y regulador en las políticas comerciales. Harris ha mencionado su intención de imponer regulaciones más estrictas sobre el comercio internacional, centrándose en la sostenibilidad y el cumplimiento de los estándares laborales y ambientales, lo que podría impactar el costo de las exportaciones mexicanas a Estados Unidos (Forbes, 2024).
Ambos escenarios representan desafíos para la economía mexicana y requerirán estrategias de inversión adaptadas a las fluctuaciones en el comercio y las inversiones transfronterizas.
Además de los factores internacionales, la reforma judicial en México ha generado inquietud tanto a nivel nacional como internacional.
La reforma propuesta por el presidente Andrés Manuel López Obrador busca modificar la estructura y funcionamiento del Poder Judicial, con el objetivo de mejorar la eficiencia y reducir la corrupción. Sin embargo, ha sido criticada por su potencial para erosionar la independencia judicial.
Según el embajador de Estados Unidos en México, esta reforma representa un “riesgo significativo para la democracia” en el país y podría afectar negativamente la confianza de los inversionistas (MSN News, 2024). La Cámara Americana de Comercio en México (AmCham) también ha expresado su preocupación, afirmando que la reforma generará incertidumbre en el sistema judicial y podría afectar la inversión extranjera directa en sectores clave como la energía y las telecomunicaciones.
La falta de claridad en las leyes y la percepción de que el Poder Judicial podría volverse más susceptible a influencias externas han llevado a varias empresas a reconsiderar sus planes de expansión en México. La estabilidad jurídica es un factor crucial para atraer y mantener inversiones, por lo que los inversionistas deben estar atentos a los avances de esta reforma.
En este contexto de incertidumbre, es esencial que los inversionistas revisen y rebalanceen sus portafolios. Aumentar la exposición a instrumentos de deuda como los CETEs y bonos corporativos de alta calidad puede proporcionar estabilidad en tiempos de alta volatilidad.
Asimismo, la diversificación en mercados globales se convierte en una estrategia clave para mitigar riesgos regionales. Inversiones en activos defensivos, como bienes raíces y sectores con menor volatilidad, pueden servir como un refugio seguro durante períodos de incertidumbre.
La inversión en infraestructura y energía renovable también ofrece oportunidades de crecimiento en sectores menos afectados por las fluctuaciones del mercado. Mantenerse informado sobre las decisiones de política monetaria y fiscal, tanto en México como en Estados Unidos, es crucial para ajustar las estrategias de inversión.
Las decisiones de Banxico y la Reserva Federal influirán directamente en los rendimientos de los activos financieros y en la dirección de los mercados.
La adaptación estratégica y el uso de innovaciones financieras son esenciales para navegar en un entorno económico volátil.
Los inversionistas en México deben estar preparados para enfrentar los desafíos que representan la inflación, las reformas internas y las elecciones en Estados Unidos. Mantenerse informado y flexible permitirá aprovechar las oportunidades y mitigar los riesgos en un mercado en constante cambio.
A medida que los factores políticos y económicos globales continúan evolucionando, los inversionistas que mantengan un enfoque proactivo y bien informado estarán mejor posicionados para proteger y hacer crecer su patrimonio.
El autor es profesor investigador de tiempo completo de la Escuela de Negocios de la UDEM. Cuenta con experiencia como consultor en el área de negocios internacionales, finanzas personales y corporativas. Es SNI nivel 1 del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) del CONAHCyT.