Monterrey

Jesús Garza: La Venezonalización de México

La elección de los jueces y magistrados estaría politizada dándole el control del sector judicial al partido en el poder.

Esta semana el senado de la república votó para reformar el poder judicial permitiendo la elección de jueces y magistrados en el país. Estas acciones han generado una gran incertidumbre en el país y a nivel global. Las embajadas de los Estados Unidos y Canadá ya habían expresado su preocupación por estas medidas que entorpecerían la imparcialidad en la impartición de justicia en México.

Asimismo, el sector empresarial nacional a través de sus principales cámaras expresó su desacuerdo. Aun así, la reforma pasó y de facto el ejecutivo ya tendría el control absoluto del país. La elección de los jueces y magistrados estaría politizada dándole el control del sector judicial al partido en el poder.

Ante este entorno varias empresas nacionales como extranjeras están pausando sus decisiones de inversión. Más grave aún, el TMEC podría ser sujeto a revisión porque México estaría incumpliendo con los acuerdos internacionales de tener un poder judicial autónomo e imparcial. Esto ocurre en un entorno donde la economía está entrando en una desaceleración evidenciada por los últimos datos del PIB y del empleo.

Además, el próximo gobierno tiene el problema de reducir el déficit fiscal que se duplicó este año por motivos electorales.

Ante este déficit tan abultado el gobierno ha anunciado que no piensa elevar los impuestos por lo que sólo habría una salida para reducir el déficit, recortar el gasto público. Aun así, no creo que el gobierno federal pueda recortar tan agresivamente y sin los fondos de estabilización que dejó el gobierno de Peña Nieto, el gobierno estaría buscando activamente recursos adicionales.

Recientemente, aprobaron una ley para tomar los recursos financieros de cuentas de la Afores que no se hayan reclamado o utilizado en un periodo específico de tiempo. Otra tentación que ya tuvo el presidente saliente fue utilizar las reservas del Banco de México para compensar el gasto público. La medida fue desechada por el entonces subgobernador Gerardo Esquivel, lo cual a la postre, le costó su puesto.

Sin embargo, si algo aprendimos esta semana es que el gobierno federal tiene una agenda muy clara y radical, y sin contrapesos, no tendrá problema alguno en implementarla.

El gobierno cada vez se radicaliza más y no dudaría que pronto estén buscando recursos financieros en la banca comercial, en las Afores o incluso en el Banco Central. Es decir, estaríamos viviendo la Venezonalizción de México.

El autor es director general de Soluciones Financieras GAMMA y profesor de Economía y Finanzas de EGADE Business School. Tiene un doctorado en Finanzas y maestría en Economía Financiera, ambas por la Universidad de Essex en el Reino Unido.

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