Monterrey

Rosa Nelly Trevinyo: Fortaleciendo el Legado Familiar

En mi columna anterior, les compartí tres prácticas clave para fortalecer el carácter de la próxima generación. Ahora, les presento otras tres, de un total de 10 que he preparado.

Nutrir el legado familiar implica transmitir historias, tradiciones, valores y activos de la familia, pero sobre todo, desarrollar la capacidad de nuestros hij@s para decidir cómo ahorrar, invertir, emprender, elegir buenas amistades y hasta parejas. En mi columna pasada, les compartí tres mejores prácticas para forjar el carácter de los miembros de siguiente generación. En esta columna, les expongo otras tres—de un total de 10, que les he preparado.

Mejor Práctica # 4: Educa a tus Hij@s para que Hagan Fortuna, No para que la Gasten.

La mejor manera de convertirse en millonario es,… teniendo padres billonarios. Y es que, si los miembros de siguiente generación no saben “crear” y “nutrir” la riqueza, lo único que harán será gastar. ¿Cómo podemos evitarlo?

· Alecciónalos, desde Pequeños, en Temas Financieros. Saber de finanzas, inversiones, créditos e incluso de la administración de propiedades es indispensable. Los ingresos y la visualización de oportunidades tienden a ir ligados a la formación financiera.

· Fomenta su Capacidad de Ahorro. Crea una señal visual que les recuerde a diario que deben ahorrar (por ejemplo, una nota pegada en el refrigerador que diga: Este mes ahorraré $1,500). Compromételos a trabajar en ese objetivo todos los días. Dales una recompensa cuando alcancen el monto en el tiempo definido. ¡Ojo! Que la recompensa no supere el 20% del total.

· Enséñales Hábitos Saludables. El primero es trabajar. El segundo, NO comprar nada que no puedan pagar. El tercero, NO endeudarse—y si hay deudas, destinar parte del dinero que se consigue a pagarlas. El cuarto, tomar riesgos analizados y medidos. El quinto, alejarse de los juegos de azar, los casinos, los prestamistas, los giros negros y los negocios dudosos.

Mejor Práctica # 5: Guíalos para que Elijan Bien… Amigos, Pareja y Asesores.

Amigos son aquellos que tienen principios, intereses y metas similares a las nuestras, aquellos que nos ayudan a crecer personal, profesional y económicamente y que no ponen en peligro el buen nombre y tradición de la familia. ¿Cómo preparamos a nuestros hij@s para que sepan elegirlos?

· Adviérteles de las Señales de Alerta (AMIGOS): Los buenos amigos no te proponen negocios deshonestos; no te inducen a “probar” qué se siente robar o consumir drogas. Construir una buena reputación tarda generaciones; perderla, sólo un minuto. Establece límites y consecuencias.

Sin importar si tiene (o no) posición o riqueza económica, una buena pareja comparte tus valores, aspiraciones familiares, sueños empresariales y cuida el presupuesto.

· Sensibilízalos (PAREJA): De nada servirá que trabajes como burro si tu pareja gasta como jeque árabe. No hay mejor manera de crear y nutrir el patrimonio que teniendo buenos administradores a tu lado—y eso incluye al cónyuge. Además, al final, los hij@s aprenden con el ejemplo... ¿O no?

Si vas a asesorarte, necesitas elegir bien a quién pedirle consejo. Y es que, a veces, la inexperiencia de quien contrata se encuentra con la ambición y poca ética profesional de quien asesora. Resultado: Pérdida patrimonial y conflicto familiar.

· Hazlos Caer en Cuenta (ASESORES): Los buenos asesores te dicen lo que NO quieres oír y te advierten cuando tus comportamientos y actitudes no son los adecuados—o no corresponden a los valores familiares. Los buenos asesores NO te hacen dependiente; te ayudan a crecer y te impulsan para que asumas la responsabilidad de hacer (o no hacer) las cosas.

Mejor Práctica # 6: Fórmalos para que no se Comporten como SAPOs.

SAPO es un acrónimo para Soberbios, Arrogantes, Prepotentes y Obstinados. Las nuevas generaciones deben aprender a manejar el dinero y el poder. “Aquél a quien los Dioses quieren destruir, primero lo vuelven loco”. Y es que, aunque el dinero y el poder ayudan, no nos convierten en mejores personas; en mejores tomadores de decisiones (a veces, al contrario). Así que, ¡cuidado!

· Dales Lecciones de Humildad. Ayúdalos a entender cuáles son sus fortalezas y limitaciones. Exhórtalos a que reconozcan sus errores y a que los enmienden. Enséñales a no presumir, a no comentar cuánto dinero tienen (ellos o la familia) o cuánto ganan. No les compres automóviles llamativos ni joyas o relojes vistosos. No les otorgues puestos en la empresa para los que no estén preparados.

En resumen: El carácter de los miembros de siguiente generación se forja con disciplina y práctica, se fortalece con el compromiso y se moldea mediante el aprendizaje y la reflexión. ¡Preparémoslos para que tomen buenas decisiones!

Escríbeme: rosanelly@trevinyorodriguez.com o contáctame vía LinkedIn, Twitter o Facebook.


Dra. Rosa Nelly  Trevinyo

Dra. Rosa Nelly Trevinyo-Rodríguez

Socia de Trevinyo-Rodríguez & Asociados, Fundadora del Centro de Empresas Familiares del TEC de Monterrey y Miembro del Consejo de Empresas Familiares en el sector Médico, Turismo, Agroalimentario y de Retail.

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