Las finanzas sustentables son un enfoque financiero que está relacionado con la sustentabilidad del medio ambiente, social y de gobernanza (ESG, por sus siglas en inglés) en la toma de decisiones de inversión.
Es decir, que además de la rentabilidad económica, las finanzas sustentables buscan tener un impacto positivo en la sociedad y el medio ambiente.
En materia de medio ambiente se busca que las inversiones tengan un impacto positivo al promover el uso de energías renovables y la conservación de los recursos naturales. En materia social se busca que las inversiones y proyectos promuevan prácticas laborales justas, que protejan los derechos humanos y contribuyan al bienestar social.
Por último, en materia de gobernanza se busca otorgar préstamos a empresas con un gobierno corporativo sólido, transparente y con ética en los negocios, y rendición de cuentas.
Los instrumentos que se utilizan en el este ecosistema son principalmente tres. Primero, los bonos verdes que son instrumentos de deuda emitidos para financiar proyectos que tienen beneficios ambientales como parques eólicos, plantas solares y proyectos de gestión de agua.
Segundo, los fondos de inversión socialmente responsables (ISR) que son fondos que seleccionan activos basados en criterios ESG, evitando industrias perjudiciales como las de combustible fósiles y tabaco. Tercero, la banca ética que son instituciones financieras que canalizan recursos hacia proyectos sostenibles y socialmente responsables, proporcionando transparencia en el uso de los fondos.
Los avances de las políticas ESG son notables y se perciben con las regulaciones y políticas públicas que están impulsando las finanzas sustentables. En la Organización de las Naciones Unidas (ONU) se han desarrollado las bases para la orientación de inversiones hacia las prácticas sostenibles.
En el contexto actual estamos observando un incremento en la demanda de productos financieros sostenibles, el crecimiento del mercado de bonos verdes y mayor presión de los inversionistas y consumidores para que las empresas adopten estas prácticas.
Los beneficios de adoptar estas políticas son muchas como la mejora de la reputación e imagen corporativa de la empresa, mayor acceso a capital y financiamiento, reducción de riesgos de incumplimiento de regulaciones, aumento de la eficiencia operativa, la atracción y retención de talento, y el cumplimiento de la normativa regulatoria. México ha avanzado en este sector destacando empresas como Cemex, Grupo Bimbo, Grupo Financiero Banorte y FEMSA entre otras.
Si bien México ha avanzado en la implementación de las políticas ESG existe mucho espacio de crecimiento futuro.
El autor es director general de Soluciones Financieras GAMMA y profesor de Economía y Finanzas de EGADE Business School. Tiene un doctorado en Finanzas y maestría en Economía Financiera, ambas por la Universidad de Essex en el Reino Unido.