Ante la fuerte demanda de energía eléctrica que se ha registrado en el país en los últimos años, la cual se ha incrementado por la llegada de empresas extranjeras debido al nearshoring, es necesario incrementar de manera significativa la inversión en la generación y transmisión de energía, señaló Jorge Arrambide, especialista en derecho energético.
“Tenemos mucho por delante, mucho dinero que meterle. El Gobierno no tiene dinero, las finanzas están complicadas y lo que sé es que México no tiene, hablo de gobierno, el dinero suficiente para gastar en la industria eléctrica, por lo que tienen que hacerlo los privados que desarrollan los parques industriales y los clientes de estos parques son los que tienen que entrarle a esto”, explicó el también socio del despacho Santos-Elizondo.
Detalló que actualmente se tienen una generación anual de 3.5 GW y una inversión de cuatro mil 200 millones de dólares (mdd), que se deben de incrementar a 4.5 GW y cinco mil 400 mdd por el nearshoring y en transmisión la inversión anual es de 800 mdd y debe subir a 1,000 mdd.
Dijo que el promedio anual (últimos cinco años) de inversión de CFE en generación fue de 700 mdd y en transmisión de 250 mdd, resultando en un total de apenas 950 mdd.
“Uno de los graves problemas para la industria nacional es la falta de infraestructura eléctrica, pues en subestaciones el crecimiento anual ha sido de sólo 1.25 por ciento, debiendo ser de al menos ocho por ciento”, dijo Arrambide en su presentación en el Foro Panorama 2024, Agua y Energía, retos y soluciones para México, organizado por Colliers Monterrey.
Agregó que en líneas de transmisión el crecimiento anual de la infraestructura es de sólo 0.77 por ciento, prácticamente nada, debiendo ser de al menos cinco por ciento.
“Estamos como estamos porque ha habido nula inversión en el sector, el Gobierno, que es el que tiene el servicio público de transmisión y distribución en los últimos seis años en líneas de transmisión, registra un crecimiento anual del 0.77 por ciento, nada”, indicó.
Destacó que el gobierno de Peña Nieto había dejado una reserva, que se calculaba del 10 al 12 por ciento de subestaciones, es decir, que te sobra capacidad y en este gobierno se comieron esa reserva por estar con pinzas y no hacer nuevas subestaciones.
Como consecuencia de no hacer las inversiones que necesita el sector ha provocado que el costo del KVA suba de manera significativa.
Explicó que del 2017 al 2021 las líneas de transmisión crecieron solamente 3.1 por ciento, al pasar de 107 mil 42 kilómetros a 110 mil 315 kms, mientras que en subestaciones eléctricas se pasó de una capacidad de transformación (MVA) de 158 mil 35 a 165 mil 879, un alza de cinco por ciento.
Arrambide dijo que lo anterior no fue por falta de dinero, pues siempre hubo recursos para invertir, el problema fue el destino que le daban a esos recursos.
“El problema es que ese dinero en vez de destinarlo a líneas de transmisión y distribución se lo dedicaban a generación eléctrica porque han querido, ya va a ser ley ahora sí, que el 54 por ciento de la energía la tiene que generar la CFE”, comentó.