Monterrey

Verónica Tena: El emprendimiento familiar: claves y desafíos.

El emprendimiento familiar se puede entender desde una mirada integral, tanto hacia la empresa familiar como hacia la familia empresaria. Fomentar este tipo de emprendimiento, desde el contexto familiar, requiere de una visión holística que abarque no sólo los aspectos empresariales, sino también los personales y culturales de la familia involucrada.

La empresa familiar no es sólo un ente económico; es también un espacio donde una familia empresaria puede cumplir metas personales, alcanzar la realización de sus miembros y transmitir los valores que la impulsan.

Por ello, un primer paso para promover el emprendimiento familiar es trabajar en una visión compartida entre los miembros, y así facilitar tanto el emprendimiento como cualquier otra iniciativa de largo plazo.

El emprendimiento familiar debe fomentarse con intencionalidad, considerando aspectos clave como los valores, la cultura y las dinámicas presentes tanto en la familia como en la empresa. Para lograrlo, algunas estrategias que pueden llevarse a cabo son las siguientes:

  • Educación continua desde temprana edad. Es esencial fomentar el aprendizaje y la curiosidad desde pequeños. Esta formación no necesariamente debe comenzar con educación formal o curricular, sino que puede iniciarse mediante un acercamiento gradual a la empresa familiar desde pequeños; con responsabilidad pero también por cariño a lo que se ha construido.
  • Promoción de la orientación emprendedora desde etapas tempranas. Fomentar una mentalidad emprendedora, desde una edad temprana, es esencial para asegurar la continuidad del espíritu innovador en la familia empresaria. Una manera eficaz de hacerlo es involucrar a la NextGen en proyectos de innovación, permitiéndoles participar en el proceso de identificación de oportunidades de negocio. Esto estimula su creatividad y fortalece una cultura emprendedora dentro de la familia, lo que se traduce en beneficios para la empresa.
  • Involucramiento progresivo de la NextGen en la empresa. Este paso implica una planificación intencionada. Es necesario definir una ruta clara para la participación progresiva de la siguiente generación dentro de la empresa familiar.

Asignarles roles, con responsabilidades crecientes, a medida que adquieren conocimientos y experiencia facilita el intercambio intergeneracional de saberes, garantizando así la continuidad del negocio. Este proceso no sólo les permite desarrollar habilidades críticas, sino también generar un sentido de pertenencia y compromiso con la empresa familiar.

  • Desarrollo de liderazgos mediante “mentoring” y “coaching”. Este tipo de desarrollo debe considerarse cuando los miembros de la NextGen se integran formalmente a la empresa. Una forma efectiva de hacerlo es a través de la mentoría por parte de miembros familiares experimentados o expertos externos. Estos mentores pueden guiar a los jóvenes hacia roles de liderazgo, transmitiendo conocimientos clave y habilidades prácticas que serán necesarias para la gestión futura de la empresa.
  • Desarrollo de mecanismos de reconocimiento e incentivos para las iniciativas emprendedoras. Para promover la innovación y la iniciativa empresarial dentro de la familia, es fundamental establecer sistemas que reconozcan y recompensen los esfuerzos emprendedores. Esto podría incluir la creación de premios, el apoyo financiero a nuevas ideas y espacios formales para la presentación de proyectos que aporten valor a la empresa.

Al promover el emprendimiento familiar, se asegura la relevancia empresarial y la continuidad de la familia empresaria. Si bien puede parecer desafiante inculcar una orientación emprendedora, este camino es posible si se trabaja en el desarrollo de liderazgos responsables en cada generación, compartiendo un sueño común y un espíritu emprendedor.

En cuanto a los desafíos que enfrentan las familias empresarias, PwC destaca en su más reciente informe, “Global NextGen Survey 2024″, que las principales preocupaciones de la siguiente generación son la claridad en los roles, la gobernanza y el desarrollo de capacidades. Estos aspectos reflejan la importancia de establecer una estructura sólida que permita a la familia empresaria abordar el futuro con realismo y dirección clara.

El desarrollo de una orientación emprendedora, que trascienda generaciones, será posible en la medida que las generaciones actuales se tomen el tiempo necesario para definir una visión compartida que sea ejecutada con intencionalidad, considerando los elementos mencionados anteriormente.

Esto implicará una exploración profunda de cómo la familia y la empresa interactúan para lograr la prosperidad y trascendencia, a través de la relevancia de la empresa familiar y el florecimiento como familia empresaria.

La autora es profesora de tiempo completo de la Escuela de Negocios del Tecnológico de Monterrey.

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