La presidenta Claudia Sheinbaum ha propuesto una reforma a la Ley de la Industria Eléctrica con el objetivo de devolverle al Estado un papel central en la generación y distribución de electricidad. La iniciativa plantea que tanto la Comisión Federal de Electricidad (CFE) como Petróleos Mexicanos (Pemex) retornen a ser empresas públicas, lo que representa un cambio importante en comparación con las reformas de apertura hacia el sector privado que se han implementado en los últimos años.
Puntos Claves de la Reforma
El proyecto de Sheinbaum modifica los artículos 25, 27 y 28 de la Constitución, para que el litio y el internet, entre otros sectores estratégicos, estén bajo control estatal. Además, asegura la preponderancia de la CFE en el mercado eléctrico, con un 54% de participación estatal, dejando el 46% restante para actores privados. La administración espera que esta proporción permita al Estado ofrecer precios justos y garantizar el acceso a energía limpia en todo el país.
A diferencia de las políticas de libre mercado, esta reforma se enfoca en transformar la electricidad en un servicio público fundamental, en lugar de una mercancía. Esto implica que el Estado tendrá un papel dominante en la planificación y regulación del suministro eléctrico, asegurando que el acceso a la energía sea universal y no se subordine a fines de lucro.
Opiniones Encontradas y Críticas
La propuesta ha generado controversia. Defensores de la reforma argumentan que fortalecerá la soberanía energética, mientras que los críticos advierten que podría desincentivar la inversión privada y llevar a México a conflictos comerciales, especialmente con Estados Unidos y Canadá bajo el T-MEC. Para el sector privado, el predominio estatal en la generación y distribución de energía podría obstaculizar la competencia, lo que podría traducirse en menor innovación y aumento de costos en el futuro.
Además, algunos opositores señalan que la CFE ha enfrentado pérdidas financieras recientes, lo que suscita dudas sobre su capacidad para liderar el sector eléctrico de manera sostenible y efectiva.
Un Futuro en Debate
Con la reforma aún en proceso de discusión, queda por verse cómo impactará el sector energético mexicano. Al devolver el control al Estado, la administración de Sheinbaum espera proteger los intereses nacionales y ofrecer un acceso más equitativo a la energía. No obstante, el éxito de esta política dependerá de su implementación y de la capacidad del Estado para responder a los desafíos energéticos y financieros en el largo plazo.
La propuesta de Sheinbaum marca un punto de inflexión en la política energética de México y promete ser un tema de intenso debate tanto en el país como en la escena internacional.