Martha Bárcena Coqui, ex embajadora de México en Estados Unidos, reveló que las estrategias de ajuste al T-MEC se están dando en el país vecino desde ya, y no están esperando al 2026 cuando el tratado comercial será evaluado por los 3 países miembros, lo cual influiría en el fenómeno del nearshoring.
“Porque con Kamala Harris como presidenta o con Donald Trump, ambos gobiernos ocupan el respaldo de la opinión pública para buscar cambiar sustancialmente el T-MEC en distintas secciones, muy en especial en la que tiene que ver con las plantas armadoras de autos”, dijo a miembros del IMEF Grupo Monterrey en su reunión mensual.
“Harris tiene un compromiso con los sindicatos de los fabricantes de autos de su país, y Trump ha dicho que su gobierno buscará que las armadoras se instalen en su territorio; es decir, la versión de un fenómeno de nearshoring está más cerca de convertirse en un fenómeno de reassuring en el interés del gobierno americano”, refirió.
Incluso, explicó que hay una probable intención de quienes están preocupados por la situación allá, en el sentido de impedir el acceso a vehículos chinos o armados en plantas instaladas o financiadas con dinero chino.
“Nada que sea chino o de origen chino. Esto no está todavía en el acuerdo comercial, pero de llegar a estarlo, pone en riesgo muchísimas inversiones actuales y futuras en México, sin duda alguna”, advirtió.
En cuanto a la reforma judicial, la ex embajadora dijo que ésta es de gran preocupación para distintos círculos privados y públicos estadounidenses, “porque les preocupa mucho lo mismo, el financiamiento, el origen del dinero para empujar una campaña de alguno o de varios jueces, que terminen desde dentro del sistema judicial en México operando para el crimen organizado”.
Recomendó que el gobierno de Claudia Sheinbaum privilegie a negociadores comerciales expertos en la revisión del T-MEC, por encima de líderes ideológicos o políticos del partido en el poder.
“Porque eso es lo que se necesita, privilegiar el raciocinio económico por encima del pensamiento ideológico, al menos, en un tratado comercial de este tipo y de tal importancia”, aseveró Bárcena.
Consideró que la reforma judicial, la corrupción, el tráfico de fentanilo y hasta los conflictos diplomáticos que el gobierno de México ha buscado con otros gobiernos como España, están creando una imagen cada vez más negativa del país en la sociedad estadounidense y en su gobierno demócrata y republicano.