El triunfo de Donald Trump en la presidencia de Estados Unidos (EU) colocaría a Nuevo León (NL) en una posición de desventaja debido a su alto nivel de recepción de inversión extranjera directa, afirmó Jorge Moreno, catedrático y economista de la Universidad Autónoma de Nuevo León.
El especialista explicó que, si Trump decide imponer sanciones a las industrias estadounidenses establecidas en México, junto con aranceles adicionales, Nuevo León podría verse especialmente afectado al ser uno de los principales destinos de inversión en el contexto del nearshoring.
Moreno señaló que “la amenaza de sanciones económicas y una posible revisión integral al acuerdo comercial entre ambos países genera incertidumbre y ha derivado ya en la postergación de proyectos importantes en la región, como el de Tesla en Nuevo León”.
A pesar de este panorama, el estado enfrentaría un impacto menor en comparación con otras regiones de México, dado su ambiente de negocios favorable, que continúa atrayendo a empresas extranjeras.
Sin embargo, el académico enfatizó que “el potencial económico que se vislumbraba como resultado del nearshoring se está perdiendo y probablemente no llegue a consolidarse” debido a estos cambios en la política pública estadounidense.
“Donald Trump, representa cambios más radicales que afectarían a todo el país y al estado. Ahora, el hecho de que Nuevo León tenga un ambiente de negocios mucho más favorable que el resto de México haría que estas afectaciones fueran relativamente menores que en el resto del país”.
Esta desaceleración en la atracción de nuevas inversiones representa un desafío para el crecimiento económico y la creación de empleos en la entidad.
Moreno añadió que el choque de ideologías en política económica y la tendencia hacia una industria regulada y protegida por los gobiernos de Estados Unidos y México provocarían, a su vez, un aumento en los costos.
“Esto significa precios más altos para los consumidores nacionales y una pérdida de bienestar para la sociedad en general”, comentó el economista.
El experto concluyó que el panorama para el tipo de cambio y la inversión en el país se mantendrá incierto hasta que se defina el futuro de las relaciones comerciales y políticas entre México y EU.